Consultoría de Estudios Geográficos
y Sistemas de Información
3 Cómo se define el instrumental a usar.
El instrumental, la herramienta, tanto para el buen uso de la misma como para la realización de un trabajo correcto y óptimo, ha de adecuarse al objeto a tratar. Definir algo, es enunciar las propiedades más generales y esenciales de ese algo; en ese sentido, definir el instrumental a utilizar en el trabajo geográfico, es considerar esas propiedades esenciales en relación con el objeto de estudio.
Antes hemos referido al mapa y otros elementos para el análisis del espacio como la fotografía aérea, la imagen de satélite, o los modelos y simulaciones digitales. Pero luego hay que hacer algo sobre ellos: medir distancias, alturas, superficies; y ello supone usar escalímetros rígidos, flexibles o de rodamiento, estereoscopios, barras de paralaje, planímetros, transportadores, compás, etc; por referir hasta ahí los materiales de gabinete, de lo cual forma parte como una herramienta y elemento metodológico fundamental, el mapa, documento que hoy en día se puede obtener digitalizado de imágenes de satélite a través del sencillo Sistema de Información Geográfica (SIG) de “Google Earth”. Pero este trabajo requiere de verificación de campo, tanto más, cuanto los datos antecedentes se alejan en el tiempo, y entonces se requerirá de cinta métrica, de distanciómetro, de teodolito, de brújula, de clisímetro, de altímetro, etc; la tecnología avanza, y hoy, mucho de ese instrumental se condensa en un solo instrumento: el “El Sistema de Posicionamiento Global” o “GPS”.
El instrumental no es exclusivo de una ciencia dada, es tecnología, y ésta podrá surgir por las necesidades de una ciencia u otra, pero pronto encontrará aplicación para otros fines, tanto o más alejados, en el trabajo de otra, particularmente entre las ciencias próximas entre sí dadas sus relaciones de subordinación y desarrollo. Lo importante de definir el instrumental a usar, es: 1) la concordancia de éste con el objeto a tratar, y en ese sentido su definición como el instrumental propio; y 2) los gastos económicos involucrados en su adquisición (lo cual, como se trata en otro punto, está en relación con el análisis de costos de operación).
Si el objeto a tratar ha de ser el espacio terrestre, no sólo hay que definir qué se entiende por ello, sino, en consecuencia, con que se le va abordar. E históricamente en el hacer geográfico, desde Anaximadro a Eratóstenes y Ptolomeo, desde Indicopleustes a Américo Vespucio y Martin Behaim, desde Frisius a Mercator, y de éste a Sanson y D’Anville…, etc; el instrumental ha sido ese antes relatado, en función de que el objeto de estudio ha sido siempre ese antes dicho: el espacio, no obstante no siempre entendido como hoy en día.
El reto es no sólo volver al uso de ese instrumental propio (afín al objeto de estudio), sino echar mano del instrumental desarrollado en campos próximos al tratamiento del espacio, como de la física, astrofísica o geodesia.
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