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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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6 abril 2011 3 06 /04 /abril /2011 01:27

No cabe más que la profunda indignación.

Nada es más valioso que la vida de nuestros propios hijos.

 

Por lo mismo, por ello...

 

1  Esta "guerra contra el narco" es, por absurdo que parezca, mercadotecnia del Estado, y en cierto modo, cuando se vio que ello no era la fácil carta de presentación y legitimación social del gobierno actual que arribó al poder fraudulentamente en México, resultó entonces mercadotecnia fallida (el estadista, cualquier verdadero estadista, sabe que no se “elimina” a la delincuencia, no sólo porque es una pretensión absurda poco probable, sino porque se convierte en útil en la medida en que se le penetra y se le sigue, y de esa manera se le controla, y atención, sin necesidad, ni de negociar con ella, ni de "legalizar" la droga, que no es más que una variante de lo mismo).  Ciertamente el Estado no pacta con la delincuencia, por más que entre ambas partes se den “valores entendidos”.

 

2  El sistema económico social capitalista se derrumba, aquí y en el mundo, y toma medidas preventivas, y una de ellas, es aplicar el terrorismo de Estado, esto es, mantener intimidada a la población y no darle tregua, para que ésta ceda en sus derechos, en sus garantías individuales y en su libertad, en nombre del "combate a la delincuencia, al narcotráfico, al terrorismo".  Se trata de poner a la sociedad en "estado choque" (y de esto hay documentación suficiente; véase los trabajos de Naomi Klein).

 

3  Por lo tanto, son los mismos, es el Estado mismo a través de un brazo armado terrorista que lo está utilizando, que lo presiona a hacer las cosas como las que está haciendo.

 

4  Sí, "¡hasta la madre!", de todos, del sistema..., en una sociedad así no se puede vivir.  Por lo que a mi respecta, ni siquiera tengo empleo, acaso el intento de una fuente de ingresos profesional que no funciona como sería lo deseable; por lo tanto, no hay absolutamente nada que perder ya.  De perder, se perderá todo, de ganar, se ganará todo.

 

En tanto no se plante algo más concreto, protestar contra el "mal gobierno", es tanto como ir a decirle al mismo criminal que por lo menos ya no lo sea tanto.



*

 

En Túnez, un joven de 26 años, Mohamed Bouzazizi, profesionista sin empleo, puso un puesto de frutas para sustentarse económicamente; llegó la policía a sancionarlo, y, en protesta, acabó inmolándose en una plaza pública: entonces empezó la insurrección actual en el mundo árabe, en un ¡Ya Basta!

 

Todos esos pueblos insurrectos, invariablemente, primero, han sido reprimidos, y después utilizados en provecho de unos u otros intereses.  En Túnez y en Egipto, la revuelta no dio para más que unas magras reformas; otro tanto está ocurriendo en Siria; pero en tanto en Libia como en Yemen, o en Arabia como en Bahrein, la resistencia del poder a mínimas reformas ha dado lugar a la guerra civil en uno u otro grado.  Libia y Yemen, no obstante, vienen del mundo socialista, sus pueblos aprendieron otra cosa, tuvieron otra experiencia, ahí ha habido otras causas, y, con todo, esos pueblos han preferido dar apoyo a sus antiguos gobiernos.  En Arabia y en Bahrein, aún superviven regímenes monárquicos de tiempos medievales, pero con una gran riqueza, y puestos al servicio de los intereses del gran capital monopólico internacional.  De ahí las contradicciones y complejidad para entender el conflicto árabe actual.  Pero lo que todas esas revueltas tienen en común, son dos cosas: 1) su brote espontáneo en la conciencia de la necesidad de cambios, y 2) en consecuencia a esa espontaneidad, la falta de un programa para ese cambio.  El resultado de esas limitaciones, es, precisamente, el que acaben siendo utilizados por otros intereses totalmente extraños a ellos.

 

1  Lo que está pasando en México, no es ajeno, en lo absoluto, a lo que está pasando en el mundo árabe; como en el resto del mundo; y la experiencia de las luchas de esos pueblos, debe servirnos de lección para actuar acá, o será ceguedad y necedad.

 

2  En consecuencia, si se ha entendido todo lo antes expuesto, para no ser objeto de la burla de "políticos y criminales" (o sea, basta con decir criminales), se les tiene que estampar en la cara un Programa de cambios, y un Programa en cuyo primer punto se lea: "¡Renuncien!", o los renunciamos.

 

3  Luego el Programa debe considerar el cambio de modelo económico de tal modo que se garantice la responsabilidad del Estado en la generación de fuentes de empleo para las nuevas generaciones en un México productivo, y la amplia oportunidad de educación pública para toda la sociedad (el sector privado no es para dar empleo, sino para anularlo; en la medida en que pueden suplir al ser humano por máquinas, lo hacen sin el menor escrúpulo, de la misma manera en que hacen descender el salario y las prestaciones sociales).

 

Está bien la protesta, moralmente sobrada de razón, pero al ¡Ya Basta! en la muy mexicana forma de "¡Estamos Hasta la Madre!", debe acompañarle algo más que el pedirle a esos criminales (llámense "políticos" o "narcos"), que <<pueden seguir siendo lo que son, pero que nada más no lo sean tanto>>, al fin, este México puede seguir con el <<corazón podrido>>, pero lo importante es que no se vea.

 

En ese pensamiento de Bertol Bretch que el compañero Javier Sicilia cita, faltó decir que: "luego vinieron por lo comunistas, y no dije nada", no se omitan, porque es tanto como volver a decir nada.  Y no se tenga miedo al futuro..., éste no puede ser entre "criminales tolerados" (llámense como se llamen).  Al "¡Estamos Hasta la Madre"!, debe acompañarle la exigencia formal Nº1: ¡su renuncia!, formalmente, en serio, con decisión, si es que realmente queremos que las cosas cambien..., lo demás, no pasará de ser incluso un <<juego macabro de: trafiquen, maten, pero no tanto..., o por lo menos, no a nosotros>>.

 

No se tenga miedo tampoco a las ideologías, que justo esos criminales tanto se ocupan en que la confundamos, y en despojarnos de ella.

 

¡Saludos!


*


La primera parte la escribimos el 3 de abril en respuesta a haberme hecho llegar la carta de Javier Sicilia; la segunda parte fue la respuesta a un segundo envío el 4 de abril.

 

Se hace necesaria una tercera parte muy breve, producto de haber escuchado, hoy 5 de abril, una entrevista radiofónica al compañero Sicilia, en el que éste expresa: <<Lo que se exigirá, será su renuncia>>, y ha propuesto su “plantón” en la Plaza de Armas de Cuernavaca, hasta que ello ocurra.

 

Esa respuesta nos compromete ya más que moralmente: por lo pronto, el Programa de lucha se reduce a eso, es suficiente, pero condición necesaria para que pueda plantearse lo demás: a) cambio de modelo económico tal que genere en lo inmediato y ampliamente empleos productivos, y b) vuelta a un amplio ofrecimiento de educación pública (por lo tanto, ¡no a la militarización de la juventud!, y basta de ofenderlos calificándolos de "ninis", cuando el responsable de su situación ¡es el propio Estado, que en pleno, debe renunciar!

 

Si así se da, y hay que estar presente para contribuir a que así se de, la sociedad mexicana dará un salto al futuro de improviso; si la satrapía ofrece resistencia, pero si a su vez el pueblo que realmente ha dicho, “¡Hasta Aquí!”, se sostiene, entonces, incluso, valdrá morir por ello.

 


¡Atención, mundo, a México!,


mañana miércoles 6 de abril…, ocurra lo que ocurra, será día histórico.



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