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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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27 abril 2014 7 27 /04 /abril /2014 22:04

Qué es la Geografía; el Debate de la Naturaleza de la Geografía en el Siglo XX en el Mundo.  (7)  (45/)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

31 dic 13.

 

Conclusión al Debate acerca de la Naturaleza de la Geografía.

 

En el I Momento Histórico de Abstracción y Generalización de las categorías de “espacio” y “fenómenos”, básicamente los “fenómenos” son abstraídos y generalizados en los “hechos geográficos” y la morfología de éstos, dados por lo empíricamente perceptible, así como el “espacio”, es abstraído y generalizado en los conceptos de lugar y región.  En el II Momento Histórico la abstracción y generalización va dirigida al concepto de “espacio”, entendido como el orden de coexistencias y en la noción de superficie terrestre.  En el III Momento Histórico, esos elementos son retomados en un intento de abstracción y generalización simultánea de las categorías de “espacio” y “fenómenos”, en la categoría de región corográfica, con una referencia más particular a las propiedades de espacio en los conceptos de lugar, localización, distribución y relaciones.  En el IV Momento Histórico, en una nueva solución simultánea de abstracción y generalización de las categorías fundamentales de los “fenómenos” y el “espacio”, se introducen los conceptos de “paisaje”“morfología del paisaje”, como un ámbito espacial (semejante a lo corográfico), y “unidades morfológicas”, como abstracción y generalización de los fenómenos; aquí el debate se agudiza; se hace evidente que en la categoría de “unidad morfológica” se está dejando de lado a los fenómenos como tales y de su estudio en sí mismos, a lo que se ofrece una particular resistencia; pero otro tanto ocurre con el poco afortunado concepto de “paisaje”.  Tendría que transcurrir medio siglo para que, desarrollada la teoría de la regionalización, se introdujera el análisis cuantitativo; y siendo ya más comprendida la teoría del continuum de Einstein, se diese lugar al V Momento Histórico de este complejo proceso; los fenómenos fueron abstraídos y generalizados ya en los conceptos de “elementos” o bien “fases”, en un espacio entendido precisamente como el continuum.  Pero el análisis regional y cuantitativo, no obstante, siguió siendo en forma del estudio de los fenómenos en sí mismos, tan sólo en un ámbito espacial de referencia, los “elementos” o las “fases” siguieron siendo, a su vez, tratamiento de los fenómenos apenas justificados en la teoría del continuum, pero el continuum mismo dejaba de lado la propiedad más esencial del espacio: la extensión, abstracción hecha de lo extendido.  Y en consecuencia, tuvo que darse, aún más, un VI Momento Histórico de Abstracción y Generalización de las categorías de “fenómenos” y “espacio”, y en éste, cuyo autor es el protagonista de estas líneas, el espacio se tomó en su esencialidad como el vacuum (un vacío no absoluto, sino relativo y coexistente con los fenómenos, esas formas de existencia de la materia en sustancia y campo, fueron abstraídas y generalizadas como “estados de espacio”.

 

La propiedad el manejo, primero, de elementos heterogéneos, y, segundo, de éstos como elementos concretos, obligaba a su vez a la definición del objeto de estudio de la Geografía como una relación de dependencia funcional; pero ello, al mismo tiempo, imponía, consciente o inconscientemente, la necesidad de la abstracción y generalización (dados los hechos concretos, por demás heterogéneos).

 

Un siglo duró el debate acerca de la naturaleza de la geografía dada en términos de relaciones funcionales, en las que escondidamente, subyacían esfuerzos de abstracción y generalización poco o nada teorizados.

 

La expresión de dependencia funcional de los fenómenos en función del espacio: f = f(e), pero más propiamente dicho aún, del espacio en función de los fenómenos: e = f(f), como lo observara Sáenz de la Calzada, hacían identidad entre sí, en su identidad simultánea con el continuum einsteniano, el cual es la totalidad de los fenómenos (elementos), y al mismo tiempo, la espacialidad sustancial de éstos, es el espacio mismo dado por las propiedades espaciales; donde el espacio como un “algo” (histórica e intuitivamente identificado con el vacío) independiente del continuum, no existía.

 

Siguiendo nosotros el análisis dialéctico de G. Guerásimov dado en su obra: Problemas Fundamentales del Materialismo Dialéctico (1966), acerca de la necesaria existencia del vacío como un “algo”, que así respondía a su vez a nuestra intuición, no podía quedar en el espacio en función del continuum: e = f(c), donde c es la totalidad espacial de los fenómenos.  Entonces elaboramos la idea opuesta: el vacuum, en donde, en principio, el espacio es estado de vacío como su propiedad esencial, y luego, la coexistencia del vacío con las cosas (dicho de momento así), establecía la relación funcional: e = f(f), o en su expresión más general, como “el vacío (v) en función del continuum o los elementos (E)”: v = f(E); pero como los fenómenos, como los elementos, son formas de espacio en el continuum, en nuestra versión pasaron a ser, como lo denominara Engels, “formas de existencia”, o como lo denominamos nosotros, “estados de espacio”; de modo que el vacío (espacio en su esencia) es una función de los estados de espacio: e = f(ee), de lo que resulta, en conclusión, que el espacio es una función de las propiedades de sí mismo: el vacuum.

 

 

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