Apuntes Curso:
Desarrollo Sustentable (7)
"Espacio Geográfico", Revista Electrónica
de Geografía Teórica; http://espacio-geografico.over-blog.es/,
De 1960 al año 2000, la superficie cultivada creció en 1’720,000 Km2, pero de ese punto que le representa, al mismo tiempo cada año se pierden 100,000 Km2; tanto por desertificación como por deforestación. El balance para mantener la producción al ritmo del crecimiento de población, es de un crecimiento que, aparte de recuperar las tierras perdidas, añada 37,500 Km2/año. Este balance no sólo no se refleja en el Almanaque, sino que en la realidad no hay recuperación real, y mucho menos el necesario a agregar. De ahí que la tendencia se haya dado en la manipulación genética de los granos, que en breve permitirá incluso hacerlos florecer en el desierto. Y lo cual quiere decir: 1) que la opción de la “adaptación científico-tecnológica a los nuevos equilibrios”; en vez de la “recuperación del ambiente promedio”; se está haciendo la viable; y 2) que, como lógica consecuencia, en conclusión, tiene que aceptarse entonces que la teoría del desarrollo sustentable no es válida, no funciona, porque de hecho, no ha funcionado.
Y lo mismo se concluiría del análisis de los datos en el caso de los bosques, los cuales representan a la fecha, 40’000,000 Km2 (30% de la superficie total continental); y de ellos, sólo en cinco países se concentra el 50% de los mismos (Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, y China).
Pero, en su caso, se reporta una tasa de pérdida por deforestación para fines mercantiles madereros, de 130,000 Km2/año. Ello se compensa por políticas de reforestación de 53,000 Km2/año, que deja una deforestación neta de 73,000 Km2/año Este aspecto mercantilizado del uso, por lo menos de este recurso, se muestra por la FAO en la siguiente gráfica:
Fuente: Situación de los Bosques en el Mundo, 2007; Depósito de Documentos de la FAO, Departamento de Montes; ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/009/a0773s/a0773s08.pdf
(autorizado por la FAO al ser usada aquí esta información para fines educativos)
Esta situación está asociada a su vez, al régimen de propiedad de los bosques, conforme se aprecia en el siguiente cuadro.
Fuente: Situación de los Bosques en el Mundo, 2007; Depósito de Documentos de la FAO, Departamento de Montes; ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/009/a0773s/a0773s08.pdf
(autorizado por la FAO al ser usada aquí esta información para fines educativos)
Al relacionar el gráfico anterior (figura 75 en el documento de la FAO), con este último cuadro, salta a la vista la paradójica situación, por demás interesante para explicar, de que a mayor propiedad pública de los bosques, mayor mercantilización de los mismos; e inversa y paradójicamente, a mayor privatización, menor mercantilización.
Lo anterior pudiera ser desconcertante ante lo que hemos afirmado, pero no debe perderse de vista que la “propiedad pública” en los países capitalistas, es propiedad administrada por un Estado burgués, es decir, a su vez, “propiedad capitalista” del Estado. Ello explica el saqueo de los bosques en las regiones más subdesarrolladas, de África y Asia.
En la siguiente gráfica, en particular del caso del sureste asiático (todo el sur de China), puede verse la tenencia de los bosques en manos de esa abstracción que es el Estado (en este caso de un capitalismo subdesarrollado, por definición, corrupto), en su expresión concreta en la forma de los gobiernos locales a distintos niveles; y en lo cual destaca el hecho de que los grupos comunitarios, o la población indígena, ese pueblo que se supone es representado por el Estado, está despojado de toda propiedad real.
Fuente: Situación de los Bosques en el Mundo, 2007; Depósito de Documentos de la FAO, Departamento de Montes; ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/009/a0773s/a0773s08.pdf
(autorizado por la FAO al ser usada aquí esta información para fines educativos)
Otra vez, tiene que aceptarse ante los hechos, los buenos deseos de las políticas del desarrollo sustentable, son sólo eso: y como tales, como buenos deseos, una justificación de conciencia del sistema capitalista.
Va siendo el momento, pues, de que vayamos sometiendo a crítica lo que históricamente se ha planteado como alternativa. Lo plantearemos desde la utopía con esos fines ideales máximos: así, si el capitalismo en todos sus aspectos es el causante del deterioro del hábitat mundial, planteémonos por un momento, entonces, cómo podría ser el mundo, el mundo en su totalidad, sin tan horrendo sistema económico-social. Imaginemos por un momento, un mundo sin capitalismo... ¡Oh, horror vacui...!