Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri

Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía (SMTHG, sc): El 7 de julio de 1989, mediante escritura notarial y en calidad e “sociedad civil”, quedó fundada la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía (SMTHG), primer sociedad de geógrafos en su tipo; participando en su fundación, los geógrafos: Luis Ignacio Hernández Iriberri, Silvia Castro López, José C. Martínez Nava, Vsthy López Vaca, y Elios Salgado Herrera.

Dicha Sociedad, fue el resultado del largo proceso de una década, por lo demás, enormemente especial en la historia de la Geografía en México, pues fue una década de una muy difícil transición a una nueva concepción de la Geografía como ciencia.

Ese proceso, si bien no fue ajeno, sino parte viva de un movimiento histórico de la Geografía en el plano mundial, sí fue, en lo cierto, totalmente independiente de ello.

Determinado por las circunstancias político-sociales de las décadas de los años sesenta a ochenta, de amplia y profunda agitación política revolucionaria y de conflictos bélicos anticolonialistas y antiimperialistas, así como del inicio de una nueva revolución científico-técnica, los geógrafos en las universidades del mundo comenzaron a plantear las necesidades de un cambio en la concepción y papel social de la Geografía.  Esas condiciones histórico-políticas determinaron la formación marxista de suficientes jóvenes capaces no sólo de plantear el problema, sino de darle, en mayor o en menor medida, de una manera más o menos consecuente con la dialéctica materialista, su solución.  Y fue precisamente en México –así lo creemos–, que esa solución fue, en lo más consecuente, lo más radical.

A partir de 1969, comienzan a aparecer, en el seno de la misma institucionalidad de las universidades, primero de Estados Unidos, y luego europeas, las primeras revistas con una posición crítica del orden de cosas: Antipode, 1969, en Estados Unidos, Geocrítica, 1976, en España; Herodote, 1976, en Francia.  Su influencia no se dejó sentir en México, sino hasta principios de los años ochenta; pero, por aquel período anterior, si bien primero lenta y moderadamente, la crítica de los geógrafos mexicanos se había movido de manera independiente hasta los planteamientos más radicalmente sorprendentes de la teoría geográfica para ese momento.

En la práctica, desde principios de los años cuarenta se había logrado restablecer los estudios de Geografía en México, bajo la dirección e influencia del Dr. Jorge A. Vivó, filosóficamente ecléctica, si no es que marcadamente neopositivista, y profundamente en una geografía fenomenista.  Para 1961, éste funda la “Asociación de Geógrafos Profesionales de México” (AGPM), con un carácter meramente gremial, con todo lo que eso tuvo de positivo en un principio, y de negativo en un final.  Esa organización gremial tuvo como fin esencial someter a crítica al Instituto de Geografía (aun cuando esta es una parte de la historia que desconocemos en sus detalles), el que poco después inicia la publicación de su “Boletín de Geografía”, a manera de revista dando cuenta de las investigaciones realizadas.  Comienzan a surgir otras asociaciones profesionales semejantes, principalmente en el ámbito de los profesores de Geografía de la Enseñanza Básica de la Escuela Normal Superior, como el “Ateneo Nacional de Investigaciones Geográficas” (ANIG), o el “Seminario Nacional de Investigaciones Geográficas” (SNIG), despojadas de todo carácter crítico, y más bien reproductoras fieles del orden establecido, cuya línea teórica ya se reflejaba en los documentos del Instituto de Geografía.

Pero hacia el primer lustro de los años setenta, comenzáron a darse las primeras señales de un nuevo momento histórico para la Geografía en México.  Hubo, quizá entre otras, una asociación profesional, de la que tuvimos un efímero conocimiento, que apuntaba a ser de nuevo tipo, denominada “Centro de Ciencias Geográficas” (CCG), 1977, formada entre los geógrafos del lustro anterior.

Pero el inicio real del momento histórico de transición, ocurrió un año después, en 1978, próxima a egresar la generacón 1975-1979.  Quien esto escribe, el autor de este Diccionario, comenzó los preparativos para fundar, a nuestro egreso y como continuidad de nuestro desarrollo profesional colectivo, una nueva asociación profesional, a la que, por influencia misma de nuestra formación geográfica fenomenista, denominaríamos “Academia de Geografía y Ciencias”, y que tardaríamos en fundar aún un par de años.

Sin embargo, simultáneamente, a iniciativa del Dr, Carlos Sáenz de la Calzada y de los estudiantes en torno al Dr. Ángel Bassols Batalla, se fundó la “Unión de Geógrafos Prgresistas de México”, 1978; en una línea de pretendida crítica marxista, semejante a la de los “geógrafos radicales” de Antipode.

Y no fue sino hasta dos años después, que, finalmente, quedó constituída e integrada exclusivamente por unos veinte estudiantes recién egresados, la “Academia de Geografía y Ciencias” (AGC), 1980, que se asumía plural, con fines científicos, y no se pronunciaba políticamente, si bien era clara una línea de pretendida crítica marxista; la cual no fue, en realidad, sino un ensayo, una experiencia necesaria, para lo que habría de ocurrir en el extremo opuesto de la década: la fundación de la “Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía” (SMTHG), 1989; maraca a partir de la cual, cambió la historia de la Geografía en México.

El Presidente del Primer Consejo Directivo, fue Luis Ignacio Hernández Iriberri, entre 1990 y 1991.  En ese lapso la SMTHG publicó una edición que pretendía ser la primera de una serie, denominada “Cuadernos de la SMTHG”, cuyo contenido fue acerca del Primer Panel de Discusión Interna, sobre la propuesta de reforma al plan de estudios del Colegio de Geografía.  Luego alcanzó a editar en el curso de 1990, dos números semestrales de lo que se constituyó como su órgano oficial: “Ilhuícac, Revista de la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía”, la primera revista enteramente de geografía teórica; sin una definición política, pero con una explícito carácter de partido en la ciencia con un fundamento dialéctico materialista.

En ese mismo año de 1990, se organizó un “Ciclo de Conferencias Acerca de la Investigación Teórica en las Ciencias Básica y en la Geografía”, que mensualmente se fueron efectuando con la exposición de los más distinguidos investigadores de los diversos institutos de investigación de la UNAM, en el Colegio de Geografía.

Tocó en este ejercicio del Primer Consejo Directivo, celebrar el “I Congreso de la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía”, el cual tuvo lugar en el Auditorio del Museo de Historia Natural, del… de 1991.

El Segundo Consejo Directivo fue presidido ahora por el compañero José C. Martínez Nava (1992-1993), período en el cual se efectuó el “II Congreso de la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía”, 1993.

No fue fácil llegar hasta ahí, pero fue una larga lucha de más de una década, alegre y placentera, imposible de narrar aquí más allá de lo que se ha puntualizado.  No obstante, la naturaleza de los nuevos tiempos; en nuestra sociedad, los despidos masivos de trabajadores, la falta de empleo, quebrada la economía personal y social y sin posibiidades de publicar, el ambiente oscurantista en el ámbito académico con una abierta actitud inquisitorial, y en el plano mundial, el derrumbe del Bloque Socialista por una parte, y el incio de la guerra comercial entre los países capitalistas por otra parte; rebasaron las capacidades de los participantes de la SMTHG, que prácticamente, para 1994, se había disipado.

Mas, en el veinte aniversario de su fundación, la SMTHG volvió a la discusión de sus trabajos de geografía teórica, ahora sí publicando y sin dificultades económicas para ello (y no porque ya no las hubiese, sino porque no se implican; de ninguna manera estamos post nubila phoebus;
es decir, en que «después de las nubes, ha salido el sol»), sino que es ahora a través de la red internacional (Internet), que podemos ofrecer sin restricción alguna su legado a las nuevas generaciones; para quien lo quiera tomar, si es que hay quien se atreva a ello.  Esa generación de la antigua AGC, y particularmente ese grupo reducido de profesionales de la Geografía miembros de la SMTHG, cumplió en la más entera integridad intelectual y con la más entera dignidad moral, con el compromiso de su momento histórico.

Sistema Inercial: en general, un sistema de referencia físico, respecto del cual se determina el movimiento.  El vacío era el sistema inercial de toda la mecánica newtoniana.

Sistema de Referencia Bidimensional: Plano respecto del cual se determinan por pares de magnitudes las localizaciones y distribuciones del espacio.

Sistemas de Información Geográfica (SIG): Sistema automatizado de información para el análisis espacial terrestre.  EL SIG consiste en la operación, por lo menos, de dos Bases de Datos simultáneas: 1) una alfanumérica, y 2) una gráfica, de índole cartográfica; pero pudiendo complementarse con Bases de Datos de imágenes, comofotografías aéreas, o imágenes de satélite, pudiendo ser éstas no sólobidimensionales, sino tridimensionales, permitiendo una exploración del espacio terrestre en lo que se denomina “realidad virtual”, mediante representacionesisométrcas o estereométricas.  En ese sentido, el SIG es la síntesis automatizada del antiguo trabajo mecánico realizado por el geógrafo en todos los tiempos, enlazando lo que indistintamente en cada época se ha denominado: Descripciones, Summas, Maravillas, Repertorios, Informes, Relaciones, o Síntesis Geográficas; con la elaboración del Levantamiento Cartográfico.  Antes de la cibernética, el geógrafo reunía y procesaba todo ello mediante un trabajo mecánico que desembocaba en laCarta Geográfica como estudio del espacio terrestre y resultado último.  La Era de la Cibernética o Informática, sólo reclama de que la máquina sea cargada con la información respectiva, y el geógrafo deja que ella reuna y procese los datos que selectivamente éste elige, obteniendo finalmente el mapa sobre el cual el geógrafo hace sus consideraciones de análisis espacial.

Más aún, con el avance de la tecnología del SIG, la máquina puede funcionar con un sistema experto o programa de inteligencia artificial; una Base de Datos que contiene la experiencia de análisis de expertos analistas en la materia; mediante el cual no sólo reune y procesa datos selectivos, sino que los analiza y decide acerca de su relación, obviando también este paso al geógrafo, el cual, en función de ello, puede hacer consideraciones más complejas en el comportamiento de los procesos.

La importancia esencial del Sistema de Información Geográfica (sea cual fuere, mecánico o automatizado), radica en la proporción de la cantidad de información en función de los datos usados, ya que, por tal concepto, obtendremos mayor información acerca del espacio terrestre, cuanto menor sea la cantidad de datos aportados.  Esto es, que, habrá mayor cantidad de información en pocos datos no evidentes e inesperados, que en una gran cantidad de datos evidentes y ya esperados.

Si bien se ve, el Sistema de Información Geográfica no es en sí la Geografía misma, sino sólo la síntesis metodológica de la ciencia de la Geografía; una herramienta para un objetivo superior.

Sinus Magnum (“gran seno”): nombre latinizado con que en Europa se registraba la información proveniente de China acerca de un gran mar, pero para cuyas dimensiones reales no había espacio físico donde ubicarlo en una Tierra con un perímetro al que le faltaban 10,000 km.