Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
El Espacio Geográfico en la Teoría del Vacuum, de Luis Ignacio Hernández Iriberri: Prefacio. (1/…).
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.
http://espacio-geografico.over-blog.es/
26 feb 13.
Prefacio.
Este es un Prefacio prefacto, es decir, hecho antes de tener el trabajo completo y terminado a la vista. De igual manera lo será su Introducción. Nos estamos apoyando para elaborarlo, exclusivamente de lo que tenemos en mente como ideas a integrar en este documento, apenas expuestas en un esquema general preliminar que sobre la marcha seguramente irá cambiando, incorporando temas, eliminando otros, modificando la secuencia.
El espacio geográfico en la teoría del vacuum, de manera empírica y cualitativa, la fuimos elaborando desde principios de los años ochenta cuando logramos determinar el espacio como el objeto de estudio de la geografía.
Le denominamos teoría del vacuum, dadas varias razones: 1) el vacío como una de las propiedades esenciales del espacio; 2) la relatividad del vacío dado en el vínculo entre las dos formas básicas de la materia: la sustancia y el campo; 3) el sentido de oposición al continuum einsteniano, en el cual se rechaza el vacío; 4) el centrar la atención en la esencia del espacio, no en la métrica o espacialidad de las cosas, sino en su identidad como un “algo”, que además de su condición material de existencia, es una forma más, entre las infinitas formas de movimiento de la materia; y 5) que de este modo, el espacio es esa dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta, tal cual lo hemos así definido.
El espacio geográfico como categoría universal del conocimiento geográfico, encuentra en la dialéctica del vacuum su despliegue histórico natural, y es, en sí mismo, la condensación o lógica de ese vacuum. Esa lógica desplegada en la historia natural del vacuum, se desenvuelve a través de sus elementos estructurales, a los cuales hemos dado la denominación general de estados de espacio, como categoría que abstrae y generaliza toda otra forma de movimiento de la materia y de sus sustratos portadores (los fenómenos naturales y sociales). En ese sentido, el espacio geográfico es un atributo físico objetivo y concreto de la realidad objetiva y concreta, y, en consecuencia, los estados de espacio han de ser estudiados bajo esas leyes físico-matemáticas. Esto no quiere decir que haya una “Geografía Física”, como puede haber entonces, en la idea de esa antigua “geografía fenomenista”, otra “Geografía Biológica” y otra “Geografía Económica”; sino que toda geografía es única y exclusivamente física, determinada por la realidad y naturaleza del espacio como su objeto de estudio.
Con ello, lo que se establece, es que el estudio del espacio, y en lo particular en su determinación terrestre, habrá de serlo por sus propiedades y leyes en el campo de la física, y el estudio de los estados de espacio, en consecuencia, cualesquiera que sean las formas de movimiento de la materia y sus sustratos portadores, han de ser estudiados por sus propiedades y leyes del espacio: la masa, la densidad, la viscosidad, la isotropía o anisotropía, la simetría o asimetría, etc; así como por sus propiedades matemáticas, como su morfometría, etc.
Geográficamente, ese espacio es representado en el mapa, desde la simple trama y urdimbre de su canevá de coordenadas, hasta la representación temática de la diversidad de los fenómenos, en tanto estados de espacio.
La geografía no es el estudio de los fenómenos en su sistema de referencia espacial, sino, inversamente, es el estudio del espacio tomando como sistema de referencia los estados de espacio (los fenómenos), estudiados por sus propiedades y leyes espaciales tanto físicas como matemáticas. En ese sentido, el estudio geográfico no es sobre el contenido temático (los fenómenos) del mapa (el espacio), sino del mapa (espacio), en relación con ciertos estados de espacio como sistema de referencia, en un proceso lógicamente consistente.
Dos son las grandes formas en que se nos presenta el estudio de los estados de espacio: 1) en forma escalar (del movimiento continuo); y 2) en forma vectorial (del movimiento discreto); y en ello se dirime la dialéctica del espacio, como la dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta.
Es esta pues, una teoría del espacio geográfico para una geografía que rescata su verdadera naturaleza luego de dos siglos de una lógica y entendible confusión. Ahora, ésta da continuidad a la geografía renacentista y de la Ilustración de Paolo del Pozo Toscanelli y Martin Behaim, a Gema Frisius y Gerardo Mercator, como de éstos a Nicolás Sanson y Philippe Bauche, como de José Antonio de Alzate y Ramírez y Miguel de Herrera.