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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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21 octubre 2015 3 21 /10 /octubre /2015 22:04

Elaboración de una Teoría en Geografía. La Objetividad del Espacio, aún en la Crítica de Fred K. Schefer a Hettner. (12/)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http//:espacio-geografico.over-blog.es/

23 jun 12.

 

Mucho antes que Nahm, autor de la traducción y comentario al trabajo de Hettner aquí analizado, casi un cuarto de siglo después de publicada la “Geografía.  Su Historia, su Naturaleza y su Método”, de Hettner, de 1927, fue el pragmatista norteamericano Fred K. Schaefer, en 1953, el primero en hacer una crítica a dicha obra en forma de crítica al hettnerianismo de Richard Hartshorne, expuesto en “La Naturaleza de la Geografía”, de 1939.

 

Lo primero que retomamos de Schaefer, es su inconsistente crítica a Hartshorne en el sentido de que ya otro autor, Spethman (1928), hacía de la obra de Hettner, juzgándola una integración de artículos “de hacía veinte años atrás”, y peor aún, dice Schaefer, que Hartshorne los vuelve a retomar en 1939 “con pocos cambios y escasa crítica”[29].

 

Schaefer, teniendo presente la preocupación por los fenómenos en geografía, parece criticar el carácter de ésta como “ciencia integradora” que la haría excepcional; es decir, que Schaefer no ve en esa intención integradora en Hettner, la búsqueda de su propia síntesis, de su propia identidad, que la haría distinta, más no excepcional, a las otras ciencias (y ya no el resultado de una mezcolanza de ellas); y Schaefer caracteriza a la geografía como una ciencia social.  No obstante, apegado a la objetividad, dice dicho autor: “En geografía las variables fundamentales desde el punto de vista de la elaboración de patrones son naturalmente las espaciales…”[30].  La contradicción en Schaefer es, pues, evidente: el espacio (variable fundamental reconocida por él mismo) no está siendo reconocido en sus atributos propios y estudiado según ellos, sino en dependencia, de alguna manera, del tratamiento de una ciencia social.

 

Schaefer tiene como fundamento de la teoría geográfica las obras de Humboldt y Ritter, para quienes, dice Schaefer, el objeto de estudio es la forma en que los fenómenos se distribuyen en el espacio.  No obstante la unilateralidad del hecho al remitirse limitadamente a Humboldt y Ritter, el problema esencial del espacio está presente, y nos parece, de cualquier manera, que el Cosmos de Humboldt, o la Geografía de Ritter, van más allá, como lo han hecho ver muchos otros autores, haciendo ver que más bien su objeto de estudio era una especie de “armonía de la Totalidad”.  Sin embargo, siguiendo a Schaefer en esa idea de los fenómenos y su distribución en el espacio, que en realidad no apareció sino un siglo después con Vidal de la Blache y Emannuel de Martonne, ello le es necesario como antecedente para fundamentar el que, dada la diferencia de los fenómenos, las áreas son diferentes, preparando la falsa acusación de “singularidad” hettneriana de las regiones, pues claramente Hettner habla, primero, de la multiplicidad de fenómenos semejantes, en áreas diferentes; y segundo, no de los fenómenos como tales, sino de los fenómenos abstraídos y generalizados en “unidades morfológicas”.

 

Hay en esa crítica de Schaefer, no obstante, un enunciado extraordinariamente valioso que habla del problema de la objetividad del espacio: “Siguiendo a los geógrafos griegos –dice Schaefer–, este punto de vista (espacial), es denominado corográfico o corológico, según el nivel de abstracción.  La geografía debe prestar atención a la disposición espacial de los fenómenos en un área y no a los fenómenos mismos”[31]; y con gran acierto Schaefer anota que: “de todas las limitaciones que afectan al geógrafo ésta parece ser la más difícil de observar para los geógrafos”[32].  Más aún, dice Schaefer, los geógrafos no siempre distinguen claramente entre relaciones sociales y relaciones espaciales, lo que, extendido a las relaciones de los fenómenos naturales –dice el mismo autor, como tantos otros, acertadamente a nuestro juicio–, hace al geógrafo un aprendiz de todo y oficial de nada.

 

Pero, volviendo a su crítica, aún nos da una valiosa observación más: “Hettner creía que el núcleo de la geografía era lo regional.  Hartshorne pensaba que la geografía sistemática es realmente indispensable para la investigación regional”[33].  El “núcleo” de la geografía dado en “lo regional”, es el espacio como lo esencial; y por “geografía sistemática”, debe entenderse aquí el estudio de los fenómenos por la las leyes y teoría de los fenómenos mismos.

 

Para Schaefer, el fin último de la investigación geográfica en función del análisis espacial de las regiones, es “la estructura social de esa región”[34].  Y Schaefer va a criticar, a su vez, que el estudio de todos los fenómenos en una región con esos fines sociales, constituya un caso de excepcionalidad en la metodología científica.

 



[29]    Schaefer, Fred K; El Excepcionalismo en Geografía; E.U, 1953; con análisis introductorio  a manera de estudio preliminar, de Horacio Capel; Anales de la Asociación Americana de Geógrafos; Vol. N° 43, 1953; Universidad de Barcelona; Barcelona, 198; p.30.

[30]    Ibid. p.33.

[31]    Ibid. p.34.

[32]    Ibid. p.34.

[33]    Ibid. p.39.

[34]    Ibid. p.41 (subrayado nuestro).

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