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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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19 enero 2014 7 19 /01 /enero /2014 23:03

1935-Evolucion-de-la-Geografia--Pedro-C.-Sanchez.jpgEvolución de la Geografía, 1935; de Pedro C. Sánchez: la Geografía Regional, y la Geografía General, en el estudio del “Presente de la Tierra”.

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio –geográfico.over-blog.es/

13 nov 13.

 

La geografía teórica en México se enriquece con el ensayo de Pedro C. Sánchez, Evolución de la Geografía, publicado en1935 por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), siendo él, en ese entonces y desde 1928, su Director.

1935 Evolución de la Geografía; Pedro C. Sánchez

 

Su trabajo es una breve y sucinta historia general de la Geografía, en donde dedica tres páginas a cada época histórica refiriendo a autores y hechos ahora ya bien conocidos, por lo que no nos detendremos en ello; quizá, y muy seguramente, por ese entonces en México en donde la geografía reinaba como ingeniería, fuese, por lo contrario, algo poco sabido; pero en su conjunto, ello es lo que configura el aporte de Pedro C. Sánchez a la geografía teórica, abriendo una nueva etapa de esta ciencia en México: la etapa del viraje a la geografía fenomenista, que ya dominaba en Europa desde hacía poco más de un siglo.

 

Todas las ciencias se mueven respecto a sus propias leyes internas de desarrollo, en el marco de las leyes externas de un contexto histórico dado.  Sin embargo, en este caso, más que tratar de entender el momento histórico de la Geografía por sus propias leyes internas, se hace necesario, para una acertada explicación del viraje teórico involucrado, el tener que entender, inversamente, el momento histórico general, esencialmente determinante del momento histórico del desarrollo de la geografía en México.

 

Tal momento histórico está delimitado entre 1911, luego del fundamental ensayo de Isidro Rojas, “Progresos de la Geografía en México”, y 1935, en que Pedro C. Sánchez publica su “Evolución de la Geografía”: es el momento histórico de la transformación revolucionaria en México, desde la revolución armada de 1910 a 1917, luego el período del dominio de los “jefes Militares” de 1917 a 1929, hasta los primeros años del reordenamiento institucional previo al gobierno cardenista.

 

En ese lapso, la geografía moderna ilustrada que en México se extendió a todo el siglo XIX, se fue disipando, de su carácter cartográfico (espacista) inicial, a su carácter naturalista en la segunda mitad de ese siglo, luego a su carácter de ingeniería hidrográfica, y después de ingeniería meteorológica, durante el primer momento del siglo XX.  Nuevamente, la especialización de las ciencias naturales por una parte, y el desarrollo de la ciencia de la geodesia por otra, fueron haciendo innecesaria a una geografía con esas mismas características de las ciencias en que se aplicaba.

 

De la misma manera, Pedro C. Sánchez, Director del IPGH no podía ser ajeno a las determinantes teóricas que influían en a geografía en ese primer tercio  del siglo XX.  Si bien subsistía filosóficamente la influencia del positivismo empirocriticista, ese primer tercio del siglo XX estuvo profundamente penetrado de las ideas filosófico-sociológicas de Kaspar Schmidt (1806-1856), cuyo pseudónimo era “Max Stirner”, fundador de la ideología del anarquismo; cuya esencia es el sujeto individual, y la sociedad no más que un agregado de esos sujetos individuales; que finalmente dominaba en México tras la Revolución de 1910-1917, pero que en geografía encontraba exponentes del nivel de un Elisé Reclús (1830-1905), que contribuía fuertemente a ese viraje de la geografía de su carácter físico-matemático (espacista), a un carácter socio-político (fenomenista); no casualmente, remitiendo los fundamentos de su origen teórico, no más alá de principios del siglo XIX, precisamente con Carlos Ritter y Alejandro de Humboldt.

 

La geografía fenomenista en México que ahora se sustentaba en Pedro C. Sánchez, primero, define a la Geografía como “ciencia de la Tierra”, y la distingue de la Geología con el argumento anfibológico de que, ésta es la “ciencia del pasado a la luz del presente”, en tanto aquella, la Geografía, es a “ciencia del presente a la luz del pasado” (como si ninguna otra ciencia tuviese esas dos condiciones simultáneamente).  Según ello, la definición de la Geografía en Pedro C. Sánchez, es la de ser la “ciencia del presente de la Tierra” (de donde quizá la paleogeografía no existiría).  Pero bajo esas consideraciones, entonces, divide a esta ciencia en Geografía General, y Geografía Regional; luego deja en la Geografía General todo el carácter teórico y espacista (forma y dimensiones de la Tierra, etc), y en la Geografía regional no ve ya una particularización del espacio (de esa forma y dimensiones), sino el análisis de los fenómenos, e incluso, de manera particularmente expuesta en el estudio etnográfico, y cuyos adelantos –dice nuestro autor–, son propiciados por la guerra, atribuyendo tales fundamentos teóricos al loro del pensamiento de Humboldt y Ritter; todo lo cual Pedro C. Sánchez expone de la siguiente manera: “En la Antigüedad estas dos ramas de la ciencia geográfica avanzaron casi paralelamente, sin tocarse, ni penetrarse; y la geografía moderna aparece desde que se fusionan, gracias a los trabajos de espíritus poderosos como Humboldt y Ritter”, pero cuyo fundamento general era la llamada “filosofía de la naturaleza”, por la cual se entendía un mundo natural único en el que, no habiendo aún una ciencia de la sociedad, el ser humano formaba parte de la naturaleza en forma de ser biológico (justo lo que daba el fundamento del propósito de una geografía de la Totalidad); de donde se hace un planteamiento complejo, por artificioso, el imponerle la división entre “Geografía Física” y “Geografía Humana”, que no sólo no se fusionan con dichos autores, como si ambas geografías existiesen en forma antecedente, sino que, en función de esa “filosofía de la naturaleza” que como interpretación del mundo venía desde la antigüedad griega, lo que tales autores tratarían, sería de evitar tal parcialidad.  Cuando Humboldt accede a identificar su Cosmos con una “Geografía Física”, en ese mundo físico está incluyendo el estudio de lo social o humano.

 

Toda ciencia en su origen, necesariamente se presentará como un conocimiento único y simple (acaso mezclado con múltiples tópicos de interés de su autor), pero, en el caso de la geografía en Pedro C. Sánchez, ésta se presenta desde su origen ya diversa y compleja, como dos “ramas” en campos totalmente divergentes y prácticamente independientes, y ello, de suyo, nos problematiza acerca de cómo podría ser al mismo tiempo en dichos sendos campos, y cuál es, verdaderamente entonces, el conocimiento propio de ésta, que, en consecuencia, no estaría en ninguna de esas “ramas” en particular, sino en una condición más general en común entre ambas; y luego, más aún, que por ello no se confunda con el hacer de ninguna otra ciencia; teniendo que escoger, entonces, en los términos de Pedro C. Sánchez, entre el conocimiento de la forma y dimensiones de la Tierra (su espacialidad), o la descripción etnográfica (un fenómeno propiamente de la antropología).

 

Pero, más aún, si la “geografía moderna” (entendiéndose por tal expresión en Pedro C. Sánchez, no la geografía de la modernidad ilustrada, sino la geografía en su forma nueva y contemporánea), aparece con la fusión de esas dos “ramas” en Humboldt y Ritter, entonces tendríamos que preguntarnos con rigor, en dónde está la axiomatización que permite pasar de una a otra dado lo que tengan en común, y tal cosa, por supuesto, no existe, sino en el supuesto de un estudio de la Totalidad, tal como se plantea en el Cosmos, del mismo Humboldt.

 

Surgió así, finalmente, con todas sus contradicciones y falsos fundamentos, la geografía fenomenista en México, justo en el momento del reordenamiento institucional de la República.

 

       Sánchez, Pedro C; Evolución de la Geografía; IPGH, Nº 12, México, 1935; p.4.

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