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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
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10 mayo 2015 7 10 /05 /mayo /2015 22:04

Lo Mismo Todo, que el VacíoEl Espacio Geográfico en la Teoría del Vacuum, de Luis Ignacio Hernández Iriberri: el vacuum. (3/…).

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

26 feb 13.

 

 

El vacuum.

 

Entendemos el vacuum como la dialéctica del todo lo existente, donde parte de ese todo es el vacio, como “un algo” en su condición material real y objetivamente existente.  En ese sentido, el vacuum es lo mismo el todo, que “la nada”.  Pero, atención: no nos referimos con ello a “la nada” metafísica, a esa “nada” como algo más allá del mundo material, sino a “la nada de ese todo”; es decir, al momento de la ausencia del todo sustancial y de prácticamente –en un momento dado–, de todo campo, excepción hecha del campo gravitacional, imposible de eliminar, y sólo reducible infinitesimalmente; donde la ausencia de ese todo, aún deja ahí “un algo”, que en tanto real y objetivamente existente, es material: el vacio, al igual que el campo gravitacional, “imposible” de ser absoluto, pero que infinitesimalmente tiende a ello.

 

Si el vacío como algo material no existiese, las dos últimas e infinitesimales partículas de la estructura material del Universo, si bien quizá distinguibles entre sí, no podrían aislarse.

 

El error en el reconocimiento de la existencia material del vacío había sido, en mucho, precisamente por esa identidad que se hacía de éste con “la nada” metafísica, en la que parecía quererse sustentar el argumento idealista filosófico de la posibilidad de que las cosas pudieran existir independientemente del espacio y el tiempo, y, en consecuencia, ya como entes metafísicos en un mundo sobrenatural, o bien como un mundo realmente existente de las ideas.

 

Ello implicaba, a su vez, la posibilidad de la existencia del espacio y el tiempo en forma independiente de los fenómenos materiales y como la objetivación de las ideas dadas en sus conceptos.

 

Sin embargo, bastaba con romper esa falsa identidad o simple asociación del vacío con “la nada”, para que se pudiese entender el vacío como “un algo” (y por la ley de identidad, precisamente como el vacío).  De donde el vacio adquiere no sólo condición material en general, sino aquello que intuitivamente había estado en el pensamiento humano históricamente dado, es decir: como condición de existencia.

 

Lo que históricamente en el pensamiento humano hacía la identidad del vacío con el espacio, era precisamente ese carácter de forma de existencia de la materia, ya como la espacialidad del pleno, ya como esa misma espacialidad en ausencia total de lo pleno, haciendo el vacío.

 

El vacuum, incluso como oposición a la idea del continuum einsteniano (con la venia de Einstein, que murió cuando yo cumplía cinco años de edad), no sólo es por la aceptación de la condición material del vacío, sino, además, y esencialmente, por la unidad dialéctica indisoluble entre lo vacuo y lo pleno, como dos momentos de una misma cosa: la unidad material del mundo.

 

De lo vacuo a lo pleno median todas las transiciones de los estados de espacio (conocidos y por conocer).  Desde la transformación del vacío en la aseveración que se hace en la física cuántica de que la más infinitesimal perturbación o inestabilidad del vacío, hace brotar una partícula de efímera existencia, pero que en su decaimiento genera otras más, hasta los estados superdensos de la estructura de la sustancia.  Todo lo cual equivale exactamente, a las transiciones desde un estado infinitesimal de ausencia del campo de gravedad, a un estado de masas de densidad infinitesimal.

 

Así, no debe identificarse el vacuum con el espacio, por más que ambas sean categorías muy semejantes.  Sin embargo, las relaciones diferentes que se expresan por cada una, es que, en tanto el espacio es la dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta, el vacuum es el espacio en movimiento; el vacuum representa todos los estados de espacio y sus formas de transición de unos en otros.

 

De este modo, la categoría del vacuum expresa una condición más particular y concreta del espacio; esto es, donde lo continuo o lo discreto adquieren calidad de estados de espacio concretos.

 

El espacio, como espacio geográfico, es la dialéctica del vacuum dada en los estados de espacio.  Ese espacio geográfico (categoría universal), referido al espacio terrestre (condición específica), es la dialéctica del vacuum dada en los estados de espacio en el campo de gravedad delimitado hasta ahí donde éste se intersecta con el campo de gravedad de la Luna, aproximadamente a los 320,000 km medidos desde el centro de la Tierra.  Es en ese sentido que a esta distancia antes no considerada como parte de los estudios geográficos, la hemos denominado en una alegoría, como la “Mar Vacui”; última extensión “oceánica” en la exploración del espacio terrestre.

 

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