Proyección de Husos: Sistema proyectivo cartográfico de particular importancia, pues si bien toda proyección cartográfica representa la transformación geométrica o en general, matemática, de la esfera en un plano; la Proyección de Husos representa el caso contrario: la transformación matemático-geométrica del plano en la esfera.
Al parecer –no hemos encontrado más antecedentes–, dicha proyección cartográfica es atribuible a Martin Behaim, cuya construcción de su Globo Terráqueo, supuso, necesariamente, la elaboración de dicha proyección (transformada de la Proyección Trapezoidal de Toscanelli). Antes de Behaim, el Globo Terráqueo de Crates, por ejemplo, fue elaborado dibujando el mapa sobre la esfera.
La Proyección de Husos, es la única proyección cartográfica en la que lo representado, corresponde, a escala, exactamente a lo real, tanto en forma como en valor de superficie; si bien, en lugar de ello, introduce una nueva limitación o defecto cartográfico: la pérdida de la continuidad en el plano, que genera mucha confusión, particularmente, en aquel poco experto en el manejo cartográfico.
Se conoce como proyección de “husos”, en alusión a “huesos”, por el hecho curioso de que en la Edad Media, las hilanderas enredaban el ovillo en un hueso, el cual adquiría la forma sinusoidal (grueso en la parte central, extendiéndose y disminuyendo el grosor hacia los extremos), que es precisamente la forma adecuada para plegar el mapa en la esfera.
La división sufiente para que dicho plegamiento se de sin distorsiones, implica la consideración de por lo menos 24 husos; menos husos, al plegarse, dada la curvatura de la esfera, no se adapta plena ni convenientemente a esta; pero más de 24 husos, si bien hace más fino el plegamiento, implica mayor laboriosidad cartográfica.
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