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Presentación Del Blog

  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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8 junio 2014 7 08 /06 /junio /2014 22:03

TeseractComentario a la Publicación, Íntegra, de <<”Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica>>.

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio–geografico.over-blog.es/

30 may 14.

 

 

Por los siguientes tres semestres, el segundo de 2014 y los dos de 2015, hemos reprogramado <<”Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica>>, II Época, que constituyó un material reservado en tanto destinado por suscripción, que no habiéndose hecho ninguna solicitud de la misma, damos fin a ese período que comprendió sesenta números (veinte por semestre), más algunos números extra.

 

En el curso de los mismos (en los primeros números que corresponden al segundo semestre de 2012), en los cuatro primeros números, tratamos algunos problemas esenciales de la investigación científica, y entre ello, uno que fue fundamental: la analogía, justo de lo cual surgió el fundamento de la teoría del espacio geográfico en la teoría de la “simetría geométrica dimensional”.  Como un segundo artículo en los mismos números, incluimos la serie titulada, “Metodología de Investigación en Geografía Aplicada”, a partir de un nuevo intento en ese campo de investigación, buscando hacer algunas deducciones teóricas a partir del trabajo práctico, en el tratamiento del espacio, e inclusive de su publicación hacernos de algunos ingresos, pero trabajo de aplicación, no de investigación básica, el que, una vez más, tuvo que quedar truncado al llamado de fundamentales problemas teóricos.

 

Luego de la fructífera analogía con la cristalografía, nos ocupamos del análisis de los modelos teóricos del espacio geográfico en su geometría dimensional implícita, desde Anaximandro, Ertóstenes y Crates en la Antigüedad; de Cosmas Indicopleustes en la Edad Media; del período de la discusión geofísico-geodésica, originada con la polémica de Newton-Cassini, así como de Ph. Bauche, de la Época Moderna; de Humboldt, y finalmente de Hettner de la Época Contemporánea.

 

Enfilando a la preocupación en lo relativo a la elaboración de una teoría, estudiando los elementos para aplicarlos a la formalización teórica de la teoría del espacio geográfico, incluimos un largo artículo sobre la síntesis de la teoría unificada de la geografía, condición fundamental para abordar la posterior teoría del espacio geográfico; luego, en cinco números hicimos el análisis crítico de la famosa obra de David Harvey, “Explicación en Geografía” (en particular a su Tercera Parte, relativa precisamente a, “El Papel de las Teorías, Leyes y Modelos en Geografía”), ciertamente una obra fundamental en geografía teórica, con lo que concluimos el ciclo julio-diciembre de 2012.

 

Pasamos al siguiente ciclo, que correspondió a enero-junio de 2013 (publicado ahora para el mismo ciclo, pero de 2015), y en el comenzamos a tratar el análisis teórico más contemporáneo.  En tres números hicimos el análisis crítico a la geografía espacista en la “Clasificación de las Ciencias”, 1976, de Kédrov, y como segundo artículo se incluyeron, “Los Estados de Espacio y la Geografía Única”, e iniciamos la publicación de una serie de artículos relativos a la geografía operativa, producto de nuestra experiencia profesional.  A partir de aquí se incluyó también, la importantísima serie en diez artículos, sobre “La Ciencia, el Método de la Ciencia, y la Formación del Geógrafo”.  Y luego, en seis números más, hicimos el análisis crítico a la obra de Riábchikov, “Estructura y Dinámica de la Esfera Geográfica”, 1976, en cuyo forro e interiores se muestran unas figuras “enigmáticas”, dado que Riábchikov no explica las mismas con suficiencia, en una explicación “oscura”, presuponiendo una gran cantidad de cosas necesarias para entender la teoría de Katterfeld, y más aún, enfocando dicha explicación desde un punto de vista geológico, tomando el llamado “megarrelieve de la Tierra” como uno de los objetivos de la teoría, y no como un efecto, tras el cual está la causalidad en los movimientos de la asimetría del espacio, asunto, en mucho, responsabilidad del mismo Katterfeld.

 

En un número más, tratamos los aportes de Carlos Sáenz de la Calzada Gorostiza, y luego, culminando la cronología con que hemos dado tratamiento a la secuencia de artículos a lo largo de la historia de este mismo Blog en que se publica “Espacio Geográfico”, una vez hecha toda la revisión histórica, elaboramos tres números sobre “El Geógrafo del Futuro”.  Y, finalmente, cinco números en que examinamos los aportes del compañero José C. Martínez Nava, incluyendo como segundo artículo un “Estudio a los Prolegómenos, de Estrabón”; yendo como tercer artículo, la serie: “El Fenómeno Objetivo del Espacio.  Preliminares de la Axiomatización de la geografía en tanto ciencia rigurosa, y como cuarto artículo, los comentarios bibliográficos a las obras de Salvaggi: “La Estructura de la Materia”, y de karapetients, “La Estructura de la Sustancia”.  Justo estábamos en ello, cuando a la desgaire, teniendo presente el reciente análisis que habíamos hecho a la obra de Riábchikov, hicimos la búsqueda de “G.N. Katterfeld” en la Red Internacional de Información, sin muchas esperanzas; pero, para nuestra sorpresa, precisamente, tan sólo unos meses atrás, la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), de los Estados Unidos, publicó en su sitio en la Red la obra íntegra, “La Faz de la Tierra y su Origen”, 1962, de Katterfeld, la cual la NASA la había tenido en su poder desde 1969.

 

Esto constituye uno de los pasajes de mayor “misterio” de la historia contemporánea de la geografía.  Se sabe de Katterfeld en Hispanoamérica, por la publicación en español de la obra de Riábchikov, pero en su momento, ni la Unión Soviética, ni los Estados Unidos luego de siete años después de poseer el documento, lo dan a conocer ampliamente, manteniéndolo reservado por cincuenta años luego de su publicación por Katterfeld en 1962; y Katterfeld mismo (1927-2013), fallece unos seis meses después (marzo de 2013), de que la NASA finalmente diese a conocer su trabajo.

 

Desconocemos, por lo tanto, lo que dicho notable geógrafo haya desarrollado en ese lapso de medio siglo, que sin duda debe ser algo extraordinariamente relevante, pero –como en los más importantes momentos de la historia de la geografía–, mantenido prácticamente en secreto por ambas potencias, principalmente por Rusia.

 

La objetividad del espacio, y de la investigación como reflejo objetivo de ese espacio, no podría dejar eternamente ocultos los aportes físico-geográficos de Katterfeld, más tarde o más temprano, la indagación científico-geográfica objetiva llegaría a sus mismas conclusiones.  Y justo ese es el fenómeno que empezó a ocurrir con nuestro trabajo.

 

El estudio del espacio geográfico desde los elementos de su naturaleza, en una vía filosófico-geográfica, nos condujo a las teorías del "vacuum", 1983; del "barimagnetoide", 1994; y de la “simetría geométrica dimensional”, 2012, esencia de esa naturaleza.  Y en esa discusión estábamos a lo largo de ocho números de la Revista, cuando nuestro trabajo se vio interrumpido por la represión política del gobierno nazi-fascista del D.F. como consecuencia de una serie de conferencias ofrecidas a los trabajadores del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CEND-SNTE), una fracción de educadores democráticos de dicho sindicato, para establecer los fundamentos de una educación científica, democrática y popular, en contra del proyecto educativo oscurantista del Estado, fundado en los postulados de la “posmodernidad”.

 

Tras un año de represión, con un ominoso expediente de acción penal abierto (aún en junio de 2014 en que publicamos este número), en medio no sólo de esa adversidad política, sino de la más feroz violencia dada en la situación económica, terminamos de transcribir los artículos aún en manuscrito, y redactamos los nuevos a incluir considerando ya los aportes de Katterfeld, con los cuales converge objetivamente nuestras ideas; y para el ciclo julio-diciembre de 2013 de la Revista, como trabajo culminante de todo ese proceso de investigación en geografía teórica, había quedado ya sólo elaborar y publicar la formalización teórica de la teoría del espacio geográfico (a publicarse a partir de julio de 2015).

 

Si otra cosa no ocurre antes en el ámbito de esa represión política (razón real de reprogramar los artículos y apurar su publicación), en un momento que a nuestro juicio, es de enorme trascendencia histórica, quizá nos de tiempo para elaborar y poner orden a esta última parte de nuestras aportaciones, en beneficio de la reflexión acerca del desarrollo de la geografía como ciencia sistemática.

 

 

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8 enero 2012 7 08 /01 /enero /2012 23:04

thumbnail02La Geografía Desde el Blog “Espacio Geográfico” (2009-2011).  Artículo, 2012.

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

“Espacio Geográfico”, Revista Electrónica

De Geografía Teórica.

http://espacio-geografico.over-blog.es/; 

09 ene 12.

 

Desde mediados de 2009 en que creamos este Blog, a fines de 2010, por año y medio, nuestro placer fue: 1) publicar nuestros materiales inquisitorialmente reprimidos; 2) rescatarnos históricamente a nosotros mismos de la injusticia del plagio de ideas, la usurpación y tergiversación de nuestra teoría de la geografía como ciencia del espacio en sus desarrollos posteriores a Hettner (hecho dado en general entre 1995 y 2010); en consecuencia, en consecuencia, poder ofrecer la interpretación correcta de nuestro planteamiento elaborado entre 1979 y 1981, y dado a conocer ampliamente a la comunidad de geografía en México desde el IX Congreso nacional de Geografía de 1983.

 

De principios de 2011 a mediados de ese año, como una necesidad legítima, deseamos obtener una retribución económica por ciertos materiales que juzgamos lo ameritaban por su extensión o más aún, por su importancia, con la incomodidad moral de hacer de esto un asunto de comercio (así fuese sólo en una parte, y enteramente legítimo al hacer profesional).  Esperamos obtener le placer de la retribución económica por alguna parte del trabajo profesional expuesto en este Blog, que veíamos causaban tanto interés; pero, extrañamente, no fue así.

 

De mediados de 2011 a octubre de mismo año, por el lapso de tres meses, se operó en nuestro ánimo un viraje de juicio intelectivo y de juicio de valor, como consecuencia accidental de que un relámpago inesperado cayó a unos 150 m, sobre un tiradero de fierros viejos recién acumulados, derribando dos árboles y secando un tercero…, pero destruyendo nuestro equipo de cómputo.

 

Solicitamos entonces una colaboración a la comunidad de visitantes de este Blog a manera de una “suscripción” nada onerosa, para reponer nuestro equipo, confiando plenamente en que así sería, dado el interés sistemático de los lectores por la misma.  Asociábamos, equivocadamente, ese vivo o sistemático interés de los lectores, con su capacidad moral para hacer la diferencia entre la importancia de que este Blog continuara o no publicando.  La sorpresa fue mayúscula, fue habernos dado cuenta de la más total y absoluta indiferencia.  Entonces no sólo nos explicamos por qué no se habían dado ni aquella legítima retribución por la adquisición económica de algunos materiales, ni el apoyo moral en la colaboración por una “suscripción”, sino nos explicamos una infinidad de cosas más.

 

Esencialmente, esa experiencia dada impensadamente por aquel accidente del relámpago, nos hizo ver que el apoyo moral en aquella con aquella posible “suscripción”, correspondía al desprendimiento moral de los documentos que (no obstante legítimamente), nos habíamos reservado.  Pero ello, no obstante ya publicado todo material (excepción de aquellos que nos requerían scanner), no hubo tampoco correspondencia alguna, lo que nos hizo confirmar esa “infinidad de cosas más” que se descubrían en este fortuito experimento vivo de sociología de la ciencia.

 

Alcanzamos a percibir que los lectores de “Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica, son, como podría esperarse, los jóvenes estudiantes de geografía de las distintas universidades del mundo (predominantemente éstas, hispanoamericanas), Pero esto nos llevó a la siguiente consideración. Algo grave, ciertamente algo muy grave, está ocurriendo: 1) con las jóvenes generaciones en general; 2) con la conciencia social de los jóvenes estudiantes de geografía, que se asumen estudiosos de una “ciencia social” (independientemente de que estemos o no de acuerdo con ello), y en donde esa conciencia social no se verifica; y3) con el manejo de la documentación e información a través de la Red Internacional (Internet).

 

En consecuencia, para el último trimestre del año 2011, esa real circunstancia de carencia tecnológica y económica, y estas conclusiones acerca de ese “experimento de sociología de la ciencia”, nos llevó a replantearnos las cosas.

 

En primer lugar, tuvimos que hacer independiente nuestro compromiso moral con la comunidad de geógrafos (es decir, ello está ahora ya no para con el geógrafo concreto que se muestra inexistente, sino sólo en nuestra conciencia para con un geógrafo en abstracto; para con el geógrafo, por lo que el geógrafo históricamente es), ante la falta de reciprocidad.  Muy aparte de lo que en realidad pudiera estar ocurriendo, esa falta de reciprocidad se entiende de otro modo, y nos obliga a reaccionar en un sentido.

 

La consecuencia es simple: un vivo y sistemático interés por los materiales de este Blog, simultáneo a una total y absoluta indiferencia acerca de la importancia de que el mismo exista o no, no puede ser sino producto de un profundo desconocimiento e inconciencia de toda implicación, que despoja de toda importancia de las cosas.  Ello, en nuestras circunstancias, contagia; sin embargo, nosotros ya no podemos abjurar de nuestra conciencia; y más aún, creemos que, entre esa cantidad de lectores, sea posible aún la selección cualitativa de los que responsablemente asumen el conocimiento (que de no ser, será por demás obvio que todo esto carece realmente de importancia, y de continuar nosotros en ello, sería ya sólo producto de una “fijación enfermiza” materia de estudio de un psiquiatra, y en su momento, dado el estado entonces de nuestra insania, lo asumiremos o no).

 

Hay, entonces, al iniciar el 2012, la necesidad de un nuevo viraje, que en la legítima objetividad de todos los hechos expuestos, y por la razón que fuese, obliga a su mezcla, a la amalgama “alquímicamente proporcionada” de todo, que satisfaga a todo lo que este Blog implica en todos sus aspectos.

 

En general, esa amalgama “alquímicamente proporcionada” en la solución de una “poción mágica”, se compone de dos grandes elementos: 1) la publicación circunstancial, irregular, o no-periódica, en su forma abierta; y 2) la publicación sistemática, periódica y regular en lo más posible, dirigida a un fin, pero no sólo en el interés del lector en general, sino en aquel lector en particular capaz de hacer la diferencia en el proceso científico del conocimiento, al que irá dirigida la continuidad de esta revista, ahora, definitivamente, por suscripción.  Así, finalmente, esperemos, todos, quedar sintonizados en el correspondiente grado de importancia de las cosas.

 


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28 noviembre 2011 1 28 /11 /noviembre /2011 00:03

El Geógrafo, Van der MeerAplicación de la Dialéctica Materialista a la Comprensión de la Situación de “Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica, en la Contradicción: <<Interés-Indiferencia>>.

He aquí cómo se descubre y se procesa una contradicción en el método marxista.

 

 

La dialéctica materialista es el sistema filosófico creado por Marx y Engels, cuya esencialidad está en el análisis de la contradicción, a partir de una categoría fundamental.

 

Por los azares de la historia esta revista, <<“Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de geografía Teórica>>, enfrentó una desconcertante contradicción: en un opuesto de la misma, ubicamos la existencia de un gran interés por ella en sus sistemáticos y regulares lectores; y en el otro opuesto, sorprendentemente, por una situación azarosa, pudimos reconocer, equivalentemente, una gran indiferencia, ante el hecho de que tal revista sea o deje de ser.

 

Así, antes de un accidente (un relámpago) que nos dejó sin los dispositivos técnicos y nos obligó a solicitar apoyo y colaboración económica de los lectores, sólo reconocíamos en el interés, una identidad que omitía la posibilidad de la indiferencia del mismo lector.

 

Al recurrir a esa colaboración; al final, una legítima colaboración por el trabajo profesional vertido en esta revista, y que, más aún, mortalmente se había venido obsequiando –y sólo muy recientemente se intentó un intercambio comercial con ciertos documentos–; descubrimos, desconcertantemente, en lo que nos parecía único e idéntico, la diferencia de los opuestos irreconciliables, absolutamente contrarios el uno al otro, pues, ¿cómo podía haber tal indiferencia, simultáneamente a ese interés mostrado?

 

Y apareció así la contradicción, por la cual, un opuesto se niega absolutamente con el otro.  Un mes de confrontar esa desmoralizante realidad y reflexionar acerca de su lógica profundamente desconcertante, parecía hundirnos en el reconocimiento de una desgarradora inmoralidad de la comunidad pensante en torno a esta revista.  Pero, en un chispazo, logramos entender esa indiferencia, con la real incomprensión del contenido de dicha revista.  Sólo el no comprender lo que aquí se expresa, explica racionalmente esa indiferencia por la cual la revista se ve como una interesante curiosidad, un novedoso como efímero accidente del pensamiento geográfico, que hace reflexionar, pero que no se reconoce como un desarrollo de la ciencia geográfica misma; algo puramente contingente que, como tal, lo mismo que es, puede no ser.

 

En tal sentido, la categoría fundamental que se mueve en dicha contradicción es, desgarradoramente, el desconocimiento, la falta de preparación, la ausencia de elementos para juzgar.  Un extraordinariamente atrasado de desarrollo de la geografía, que ya no sólo ha de referirse a México, sino en el mundo.

 

Descansamos, no había tal inmoralidad en la comunidad de geógrafos que básicamente forma a los lectores de este documento.  Y, aún más, juzgamos que ésta no es del todo responsable de su actitud.  Si bien, éticamente debería de saber y reconocer el valor del contenido, lo cierto es que no ha sido formado para ello, y más aún, es víctima de un profundo proceso de alienación social.

 

De esta manera, entendimos que lo que aquí escribimos, no es para el geógrafo del presente, que apenas en su sistemático interés, alcanza a atisbar lo que la geografía futura ha de ser; sino que lo expuesto es , precisamente, para el geógrafo del futuro, y de un futuro no tanto medido en tiempo, como en la disponibilidad en un geógrafo muy específico, de un sólido y consistente aparato teórico físico-matemático, fundado conscientemente en la dialéctica materialista.

 

De ese nuevo geógrafo formado, no con los conocimientos geográficos que vienen desde principios del siglo XIX y se ha repetido hasta el tedio más absoluto durante el siglo XX, sino el geógrafo en los conocimientos geográficos que penetran en lo profundo del siglo XXI; de donde, ¡justo para eso es esta revista de geografía teórica!

 

Nos dimos cuenta, entonces, que con ello resolvimos otra contradicción que nos había venido atormentando: éticamente, el ofrecer desinteresadamente los aportes de nuestro intelecto,; pero, al mismo tiempo, bajo el apremio de la necesidad económica que reclama la legítima compensación al trabajo profesional realizado, que nos llevó, como pretendida solución a esa contradicción, a mercantilizar ciertos documentos.

 

Y así, descargando al lector de su responsabilidad en el acto moral que negativamente nos afecta, y más aún, reconociendo su victimización sujeta a alienación, resolvimos despojarnos de todo carácter mercantil, y comenzar a publicar los materiales reservados (por lo menos, de aquellos que no implican recursos técnicos como inclusión de mapas, que habrían de escanearse más allá de lo ocasional).

 

Finalmente, decidimos publicar esta síntesis en este artículo, por dos razones: 1) dado el interesante fenómeno de sociología de la ciencia descubierto en este proceso, dejándolo aquí como testimonio dado al interés de sus estudiosos; y 2) como necesidad en el acto moral, y como tal, de conciencia, en el geógrafo actual, que en esa medida ha de comenzar a formarse como ese geógrafo del futuro al que aludimos; e incluso, como proceso cuantificable, medible, en función, precisamente, de esa posible colaboración económica como acto de conciencia.  Y ya iremos dando cuenta aquí de ello periódicamente, confrontando las estadísticas  de visitantes a este Blog, con dichas posibles colaboraciones; por demás, modestas, nada onerosas, y en una legítima reciprocidad ética, al sostenimiento de esta revista.  Y esta ha sido, pues, así, una solución existosa y maravillosa.

 



 

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