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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
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19 septiembre 2010 7 19 /09 /septiembre /2010 23:07

Mis Primeros Conocimientos de MagiaDe la Magia y la Ciencia

en la Comunidad de Geografía en México.

  Artículo, 2010 (7/8).

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

“Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica;

http://espacio-geografíco.over-blog.es/;

México, 11 oct 10.

 

Ejemplo didáctico de la importancia de la ética profesional, en tanto no sólo del deber ser moral en general, sino del deber ser moral deontológico; es decir, con un fundamento teórico, a partir de la responsabilidad y conciencia del conocimiento de causa en sí mismo, de los propios actos.  Actos en los cuales un autor, debe, está moralmente obligado, a dar pruebas de lo que dice; y si dice que ciertas ideas las tomó de aquí o de allá, debe no sólo referir bibliográficamente las fuentes, sino ofrecer las citas textuales de ciertos pasajes que hagan constar que efectivamente, esas ideas se tomaron de tal o cual lado, con los respetuosos créditos correspondientes al autor de origen de esas ideas (sea cual fuere).  En eso consiste el desarrollo positivo de la ciencia.

 

Lo contrario, su enrollo negativo, su involución oscurantista, consistirá justo en lo opuesto: esto es, en decir que tales cosas las tomó de tal o cual lado e incluso mencionar las fuentes, pero no arrojar las pruebas textuales.  Ahí, de ser cierta su afirmación, no sólo está faltando al protocolo de investigación documental, sino ofendiendo al autor al no citarlo ni darle los créditos correspondientes, ocurriendo un velado despojo de ideas, a más de no darle valor a lo que se afirma.  Pero bien ello no se hace, justo porque tal afirmación es falsa (hay truco), y se hace únicamente para cubrir las apariencias (se tiende un velo sobre ello), y ¡la magia se hace!: ha ocurrido entonces el embuste de los usurpadores de ideas.

 

Al final, las cosas aparecen como si fueran sólo suyas (la sutil chistera consistió en una vaga referencia a ciertos antecedentes que parecen dar constancia de que se ha cumplido con los procedimientos formales de investigación; ahí está el secreto de la magia, precisamente “en lo que el mago hace”), pero en donde, en realidad, se ha omitido la verdadera fuente…, ¡magia!, ¡magia en la comunidad de geógrafos, expuesta brillantemente en el Libro para el Maestro de Secundaria en Geografía, SEP, 1994!; pero no magia ilustrada, sino oscurantista, y no otra cosa[*].

 

Lamentablemente, las autoras no insertan una sola cita, no refuerzan lo que afirman dando las pruebas.  “Dicen” haberse apoyado en fuentes tales como: 1) Faure, Raoul; Medio Local y Geografía Viva; Laia, Biblioteca de la Escuela Moderna Nº 21; Barcelona, 1979; 2) Wood, Harold A; Curso para la Enseñanza de la Geografía; Instituto Panamericano de Geografía e Historia; San José, Costa Rica, 1980; 3) Bailey, Patrick; Didáctica de la Geografía; Kapeluz, Colección Didáctica Nº 4; España, 1981.  Pero, independientemente de que las hemos buscado sin éxito –al parecer ese material es “top secret”–, no se debe nada más mencionar unas fuentes básicas como estas en particular (en especial por los años en que se publicaron), y dejar al lector a que se las arregle buscando un material difícil de encontrar (más aún en el año 1994, cuando aún no había Intenret[**]]), o teniendo fe dogmática en ellas; y menos aún, cuando dicha bibliografía está siendo recomendada para su consulta en el material complementario: la Guía Didáctica.

 

Pero no son las fechas de publicación de estas obras las que deben hacernos pensar en la dificultad para conseguirlas, más aún, siendo libros de importación, se deben aportar las pruebas independientemente de ello.  Esas fechas, a lo que se refieren, es a establecer una constancia de que, antes que nosotros, esas ideas ya habían sido expuestas.  Falso.

 

Nuestra idea original no es en sí el concepto de espacio; más bien, lo que nosotros hicimos, fue enfatizar el hecho de que tal concepto era una constante a lo largo de la historia del conocimiento geográfico, y centramos la atención en él como categoría esencial.  Y sometimos a crítica todos los conceptos de espacio en geografía dados antes que nosotros, entre ellos, el de Oliver Dollfus (v. Tesis de Licenciatura; Geografía: Fundamentos de su Teoría del Conocimiento, en este mismo Blog).

 

Lo nuestro, lo original, lo que no estaba planteado en ningún lado, fue el cuerpo de teoría derivado de esa categoría fundamental: el conjunto de sus postulados, principios, categorías fundamentales, y método.  Eso es lo que no está en ningún autor antecedente, y cuando aparece mágicamente en el Libro para el Maestro…, y en los Cursos de Capacitación Docente, no sólo sin darse los créditos correspondientes, sino pretendiendo hacerlos pasar trucadamente por otras fuentes, tenemos que afirmarlo: el deliberado plagio de ideas es evidente.

 



[*] Por lo menos, hasta en tanto no se pruebe lo contrario; pero, aún haciéndolo (y en ese punto nos retractaremos), ello confirmará, en todo caso, el error de omisión en las técnicas de investigación documental y protocolos de investigación científica.

[**] ] Al no encontrar físicamente los documentos, por supuesto, los buscamos a través de Internet; la condición de “top secret” se incrementó: es posible adquirir vía Internet el libro de uno de los tres autores, aun cuando a un alto costo; de otro de ellos hay datos sueltos, y un documento de 1977, antecedente al de 1979, con el mismo título, pero, ciertamente suficiente; y del tercer autor, nada a la vista que no sea ir directamente a la editorial a adquirirlo.

 



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