Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

Presentación Del Blog

  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
  • Contacto

Buscar

Archivos

20 julio 2010 2 20 /07 /julio /2010 08:33

La Evaluación Ético-Esteticista

en el Aula Universitaria Durante un Curso.

  Tesis Maestría en Educación Superior, 2007 (33)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

“Espacio Geográfico”, Revista Electrónica

de Geografía Teórica;

http://espacio-geografíco.over-blog.es/;

México, 15 nov 10.

 

De esa escuela socialista de la educación es que nosotros abrevamos: como Makarenko, juzgamos que la educación debe plantear un rechazo al subjetivismo e individualismo, y responder a las leyes de la vida social, a manera de una conciencia de la necesidad, particularmente en el terreno de la formación moral.  De Pinkevich retomamos la necesidad de la educación a partir de la investigación y el descubrimiento (así sea redescubrimiento la más de las veces); la didáctica en nuestro caso, se enfila por satisfacer precisamente la capacitación en el procedimiento de investigación, por el cual el estudiante adquiera la metodología para la apropiación del conocimiento por cuenta propia con suficiencia de capacidad de análisis crítico (esa es la teoría, falta mucho por hacer para su cristalización práctica)  Respecto del “Método de Complejos” nuevamente en teoría diríamos que somos partidarios de la idea, aun cuando si en la capacidad de estudio por investigación estamos lejos, en esto último, aunado al individualismo extremo actual, se hace prácticamente impensable.  De Lunacharski retomamos con toda definición tanto lo estético, como el carácter de partido, o sea, esa no-neutralidad que nos ubica en una posición bien determinada.  Finalmente, de Suchodolski compartimos sus ideas fundamentales de una educación para el futuro, y la formación ético-estética para que el ser omnilateral de la personalidad sea.

 

En esta corriente socialista se da a su vez esa aproximación y mediación con el psicologismo, primero en M.M Pistrak (1888-1940), que a diferencia de Makarenko, se va a pronunciar por la autoorganización de los alumnos, como una forma de centrar el interés en el estudiante más que en lo social.  Pistrak, sin embargo, alejándose ahora de ese psicologismo, va a partir de juzgar que la educación es ideología, cultivo del intelecto, como de lo físico y moral; siendo a su vez partidario de la propuesta de Pinkevich de la aplicación del “Método de Complejos” o “Centros de Interés” como ya él les llamó.  El aporte importante de este autor, se centró básicamente en el énfasis en el carácter ideológico de la educación.

 

Mas el viraje decidido al psicologismo está en Pavel P. Blonsky (1844-1941), psicólogo y pedagogo, que partió de considerar que había que cumplir con el precepto de vinculación educación-trabajo, para lo cual proponía desaparecer clases y materias.

 

Blonsky, sin embargo, como buen psicólogo, imprime a su manera el psicologismo en la escuela socialista: superando el liberalismo burgués –decía él de la “Escuela Nueva”, mediante un contenido marxista a sus principios.  Es decir, Blonsky se hace partidario de la inserción de la “Escuela Nueva” en la educación socialista, bajo la justificación de la desaparición de la escuela en su fusión con la vida social (desaparecerla como institución de Estado, trasladada a la vida del trabajo social); es decir, cayendo en los extremismos “socialismoutopistas” en los que, a decir de él, la vida; y no los libros ni el maestro; es la verdadera educación por excelencia ya que esta no puede dividirse en materias y se realiza bajo el “Método de Complejos”.  La fábrica es la escuela intelectual y social, del trabajo y la vida.

 

En resumen, puntos en común en estos teóricos de la educación socialista son, la oposición al subjetivismo y al individualismo; el que la sociedad, y no el individuo, ha de ser el objeto de la educación; el que la vinculación educación-trabajo productivo está en la base de todo criterio educativo, y que en el cultivo de lo intelectual, físico y moral bajo la ideología del proletariado como carácter de partido, la conciencia de la necesidad ha de ser la orientación del proceso educativo.

 

Mas, puntos de diferencia, serán, el supuesto “contenido marxista” a los principios de la “Escuela Nueva”, que resultan todo un contrasentido; la pretendida desviación pequeñoburguesa socialista utópica de la “desaparición de la escuela” como institución; el sentido de la “autoorganización” de los estudiantes, que es un claro artilugio del psicologismo constructivista; y las diferencias teóricas entre el “Método de Complejos”, o de la investigación-descubrimiento, en la formación científica ético-estética.

 

Apoyándonos en Lothar Klingberg, el cual resume que la esencia de la educación socialista en las experiencias del s,XX consistió en el desarrollo omnilateral de la personalidad, citamos de éste con subrayados nuestros: “El problema de la enseñanza no es la pregunta de cómo se le enseña algo a los alumnos o de cómo transmitir su materia (aun cuando ello también guarda relación con el problema de la enseñanza); el verdadero problema de la enseñanza es la pregunta de cómo enseñando y aprendiendo se producen efectos transformadores de la personalidad...[1]

 

Puede decirse esencialmente que el problema de la Didáctica (de la enseñanza), es ese desarrollo de la personalidad, pero, entendido bajo los criterios del proyecto de omnilateralidad de individuo bajo el socialismo, y por lo tanto con su contenido ideológico y moral absolutamente opuesto al que corresponde al capitalismo; no obstante, no por ello, no deseable como propósito de nuestro quehacer educativo bajo el sistema capitalista inclusive.  Es esa decisión en que se opta por la enseñanza transformadora de la personalidad en una ideología socialista y por la ciencia, a lo que se le llama el “carácter de partido” en la enseñanza.

 

Los Principios Didácticos que nosotros rescatamos de esa experiencia, son: 1) La autoactividad (la autodidáxia); 2) El carácter científico y su identificación ideológica con el marxismo-leninismo; y 3) El humanismo, entendiendo por él su esencia: el que la emancipación del ser humano, habrá de ser obra del ser humano mismo (y no confundiendo humanismo con “altruista filantropía humanitarista”)

 

Las características de la Enseñanza en la Escuela Socialista: 1) su carácter de clase social (proletaria, no-neutral); 2) la relación de la enseñanza con el trabajo productivo; 3) la instrucción científica (en la teoría del proletariado: la dialéctica materialista); 4) la actividad colectiva consciente del docente y el estudiante encaminada a un objetivo; 5) la planificación y sistematicidad de la enseñanza; 6) la uniformidad de la enseñanza (el docente organiza el proceso de aprendizaje de un modo tal que se sugiere y da opción a un progreso igual de todos los estudiantes, aun cuando en la práctica esto no sea); y 7) el proceso social objetivo de la enseñanza, sometido a leyes.

 

De Klingberg descartamos la influencia psicologista que juzgamos improcedente en la metodología didáctica de los estudios superiores, a su vez rechazada por la posición más consecuente de la teoría educativa socialista, en tanto ese psicologismo, casi por definición subjetivista, pone el énfasis en el individuo y su “sensibilización” (motivación), y fomenta así el nocivo individualismo mediatizado.

 

Lo que llamamos “Didáctica Concreta” es todo ello como fundamento teórico, aunado al principio dialéctico materialista del conocimiento en tanto reflejo objetivo de la realidad objetiva; como el paso de lo concreto hacia lo abstracto, volviendo a lo concreto transformado, en un proceso que habrá de ser –y eso es algo que habrá de trabajarse y a demostrar en el futuro eminentemente creativo-productivo, y no meramente reproductivo.

 



[1] Klingberg, Lothar; Introducción a la Didáctica General; Volk und Wissen Volkseigner Verlag, 1972; Editorial Pueblo y Educación, Primera reimpresión, La Habana, 1985; Tercera reimpresión, La Habana, 1990; p.14.

 



Compartir este post
Repost0

Comentarios