Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri

La LXII Legislatura en México: Cónclave de deidades “que hacen que el Sol se levante”, o la expresión más pura del “Superhombre”.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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5 feb 14.

No quisimos decir nada en lo inmediato, quisimos dejar que el promocional que se empezó a trasmitir hacia mediados de enero, sonara esperando ver de dónde brotaban las posibles objeciones en lo que se escuchaba por la población; hasta que el lunes 3 de febrero, el analista Leonardo Kursio, en la Mesa Televisiva “Primer Plano”, mostró drásticamente su indignación por ello, planteando tal hecho como tema de discusión.  De inmediato, el analista Sergio Aguayo descalificó el tema juzgando que respecto a la Legislatura había aspectos más importantes a analizar (las “reformas estructurales”), a lo que Kursio accedió (sin objeción de los demás participantes).  A partir del día siguiente ya no se escuchó la trasmisión del promocional de la LXII Legislatura.

Pero, a nuestro juicio, Leonardo Kursio tiene razón en su más profunda indignación, y Sergio Aguayo, en este punto, se equivoca: el promocional, con fondo musical del “Himno a la Bandera” con una banda de guerra, es una cadena de consignas que empieza por hacer ver que la LXII Legislatura, es esa de “los que hace que el Sol se levante”; “raíz y fruto hacia el futuro”; “los apasionados que hacen su sueño realidad”; “los que sostienen la Bandera”; “los que defienden la Nación”; y estos enunciados no tienen nada de trivial, sino por lo contrario, son la esencia del estado de cosas.

Para entender la profundidad del hecho, se hace necesario explicar las tesis esenciales de la llamada “filosofía de la vida” de Friedrich Nietzsche (1844-1900): 1) el “eterno retorno”; 2) el irracionalismo o intuicionismo (por oposición al “falso racionalismo”); 3) el nihilismo; y 4) la “voluntad de poder” en el “Superhombre”, ante el principio de que “Dios ha muerto”.

Nietzsche comparte las ideas de Vico y Montesquieu acerca de los “ciclos de la historia”, es decir, de lo que él denominó, el “eterno retorno”.  En ese sentido, discrepó de Voltaire y Comte, para quienes la historia es un movimiento lineal y progresivo.  Pero Nietzsche no ve en ese “eterno retorno”, en esos ciclos de la historia, un movimiento en espiral, tal como lo ven Hegel o Marx, sino un ciclo en el que todo se destruye y vuelve al origen, si acaso, en un tiempo distinto.

Interpretación gráfica de la filosofía de la historia en sus ciclos cerrado, propio del pensamiento mitológico, y abierto o desplegado en un tiempo lineal.

En esa “destrucción y vuelta al origen” se pretende explicar, como algo “normal”, como algo que “así es”, la situación de descomposición social actual; pero, ante la cual, ahí está la LXII Legislatura de “Superhombres” cuasi-deidades “que hace que el Sol se levante”, y por lo que no debemos preocuparnos más; ellos son “raíz y fruto hacia el futuro”; “apasionados que hacen su sueño realidad”; “los que sostienen la Bandera”; “los que defienden la Nación”…, ¡Arrodillaos, bajad la vista…, los supremos dictarán! = no más que nazi-fascismo puro; lenguaje ignominioso, descomunal, de excesos ominosos, para un hecho simple: ¿qué necesidad tiene la LXII Legislatura de hacerse promocionales?; no más que formas de alienación en el oscurantismo nazi-fascista al que se intenta ir acostumbrando a la sociedad; nada hay en ello de trivial, por lo contrario, era mucho más importante a analizar que todas las “reformas estructurales” juntas.