Los Pronunciamientos de Insurrección en México desde 1821. El Pronunciamiento de San Luis Potosí, 1845. (11/)
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.
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04 jul 14.
El 14 de diciembre de 1845, se produce un nuevo pronunciamiento militar, ora vez encabezado por el general Mariano Paredes y Arrillaga: el Pronunciamiento de San Luis Potosí.
Se inició desde la guarnición radicada en esa ciudad a cargo del general Manuel Romero, quien elabora el plan en los siguientes términos:
El mismo es retomado al día siguiente por Paredes y Arrillaga en su proclama o manifiesto aceptando dicho plan. A ello contestó José Joaquín de Herrera haciéndole ver que, destinado Paredes y Arrillaga “a combatir a los usurpadores de Texas, le faltó aliento para tan patriótica empresa y cometer la acción más indigna de oficiales de honor, volviendo sus armas contra su misma patria”.
Olavarría y Ferrari califica este pronunciamiento de conservador, centralista y monárquico, como el más impopular que registra la historia de México, y, por lo tanto, como lo expresó Mariano Riva Palacio, como el más reaccionario suscitado por el absolutismo caprichoso y la inmoralidad del clero. Una traición generalizada del ejército obligó al presidente José Joaquín de Herrera a renunciar.
Subió al poder nuevamente la dictadura conservadora mal disfrazada de republicana y constitucionalista, a tal punto que suscitó la discusión pública acerca de la forma de gobierno, revelándose propiamente monárquico, que obligó al ahora presidente Mariano Paredes, a afirmar el carácter republicano. Incluso, desde la Habana, en donde se encontraba Santa Anna, éste fraguaba la posibilidad de imponer un imperio monárquico-constitucional, incluso extranjero, en México, invitando a Inglaterra, a Francia, y a España a realizar este proyecto, los cuales no se negaron a la posibilidad, pero no se comprometieron directamente.
Y Estados Unidos, haciéndose pasar por mártir en el conflicto de Texas y diciéndose ofendido por México, pintó el barrunto que se habría de venir, a tal grado, que ya desde el 23 de abril de 1846, Paredes alertó convocando a la lucha por la defensa de la patria, desencadenada a poco la guerra de Texas. Y ello reveló el desorden social y del gobierno de México, así como su incapacidad para establecer un Estado firme. Como consecuencia, Paredes se dio cuenta, ya muy tarde, de lo absurdo de su aventura guerrerista y de que José Joaquín de Herrera había tenido razón en la negociación con Estados Unidos, e intentó dar marcha a atrás apoyándose en el conservadurismo más moderado, convocando a nuevas elecciones para principios de 1847, y en lo tardío de las disposiciones, estalló un nuevo pronunciamiento, tras lo cual, Mariano Paredes, en la ridiculez absoluta, abandonó el poder y salió huyendo de la capital.