El Fenómeno Objetivo del Espacio. Preliminares de la axiomatización de la geografía en tanto ciencia rigurosa. Origen y Evolución del Espacio Terrestre (4/)
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.
http://espacio-geografico.over-blog.es/
15 ene 13.
Hace entre 5,000 millones o 7,000 millones de años, siguiendo la teoría del origen (frío) del Sistema Solar de O.Y. Smidth, una nebulosa de gas, polvo y partículas cósmicas gravitando sobre sí misma, formó un núcleo masivo entró en ignición bajo la propia presión de su masa y su desintegración radioactiva. En su derredor quedaron resabios de partículas gravitando y orbitando dicho núcleo: el Sol.
Esas partículas formaron los núcleos protoplanetarios, y uno de ellos dio lugar a la formación de la Tierra. Unos 800 a 1000 millones de años después, se empezó a formar un núcleo protoplanetario que tendió a rivalizar en igualdad de masa, gravitando alrededor de la Tierra: la Luna, de modo que se constituyó un sistema protoplanetario cuasi binario.
Ambos cuerpos acrecieron su masa de los residuos de la fría nebulosa original en el curso de unos 3,000 millones de años. En ese lapso, la Luna en estado plástico, fue sincronizando su movimiento de traslación, al movimiento de rotación de la Tierra, de modo que aquella quedó de amanera estacionaria, justo sobre lo que ahora es el Océano Pacífico (0° j, 165° lW), a la vez que esa órbita de traslación de la Luna se hizo simultánea a un giro de rotación sobre su propio eje (tal como actualmente se nos presenta).
Este hecho fue determinante en la formación de las propiedades específicas del espacio terrestre, definido tanto por la masa terrestre, como por su campo gravitacional, cuyos límites quedaron precisamente en la interacción del campo de gravedad lunar (proporcionalmente a cinco sextas partes de la distancia de la Tierra a la Luna, a 320,000 km).
No obstante, cuando ambos astros, de menor tamaño y aún en un estado de mayor plasticidad, en esas condiciones de sincronía de movimientos, primero, la distancia entre ellos era menor (según Katterfeld, en el origen, esa distancia entre ambos astros llegó a ser de poco más de dos diámetros terrestres de ese momento, apenas un poco más del límite de Rochd), y segundo, las cuencas del Océano de las Tormentas al centro, y tanto del Mar de las Lluvias al norte, como del Mar de las Nubes, al sur, en la Luna; como la cuenca del Océano Pacífico en la Tierra, se fueron formando como consecuencia de la compensación de masas gravitatorias, al desplazarse plásticamente los núcleos de las mismas, que en el extremo opuesto dio lugar a la formación del continente de África, y en la cara oculta de la Luna formó las Tierras Elevadas.
Luego, la hipótesis de Katterfeld, supone que la Luna volvió a desfasar su movimiento de traslación, lo que provocó un alejamiento de la Tierra como un nuevo recurso de compensación gravitatoria, incluso cuando las masas ya no tenían la plasticidad original como para ajustarse por sus deformaciones o anomalía gravitatoria.
En ese proceso, desde el primer momento, se formó en su origen el espacio terrestre, tanto en su parte de estado discreto dado por la masa de la litósfera, como en su parte de estado continuo dado por el espacio vacío de la exósfera, hasta su interacción proporcional con el campo de gravitación de la Luna.
Como resultado de la formación geológica de la Tierra, ésta se estructuró como una dínamo, generando un campo magnético propio, esencial para proteger la aparición de los sucesivos estados de espacio, empezando por la atmosfera, protegida de ser arrastrada por el viento solar.
En aquel acrecentamiento de masa de la Tierra por la caída e impacto meteórico cuando aún no había atmosfera, causo el calentamiento y evaporación de agua contenida en la litósfera cortical, creándose así, en primer lugar, la masa gaseosa terrestre, su atmósfera; y luego con el enfriamiento de la Corteza, un verdadero “diluvio universal” dio lugar a la hidrosfera, integrada por ríos, lagos, aguas subterráneas, mares y océanos, y posteriormente los casquetes polares.
La formación de la biosfera comenzó a ocurrir hace apenas unos 600 millones de años*, empezando a dar lugar al registro del período geológico precámbrico.
La formación –retomando las categorías del Dr. Carlos Sáenz de la Calzada– de esos elementos, constituyó la integración al espacio terrestre, de nuevos estados de espacio particulares subordinados, que en su conjunto, en esos 600 millones de años, han evolucionado hasta nuestros días, haciendo aparecer, hace unos 20 millones de años, al procónsul, como uno de los primeros homínidos, los cuales, en su propia evolución, dieron lugar al homo erectus, hace un millón de años; y hace apenas unos 40 mil años, a la aparición del hombre de cro-magnon, del cual nosotros somos sus descendientes en una organización social de no más de 10 mil años.
Como parte de la biósfera, surgió entonces ese estado de espacio especial de la sociosfera. Y así, un aspecto de enorme complejidad en el estudio del espacio terrestre, radica precisamente en el hecho de que nosotros somos parte de su problemática, obligándonos a “tomar distancia”, es decir, a hacer el esfuerzo adicional de abstracción en el estudio del espacio terrestre al considerar la función de este estado de espacio.
De esta hipótesis general de la Tierra, se puede traducir, como hemos visto, no sólo la historia del espacio terrestre, sino su orden y posibilidad de clasificación.
* Dato generalmente aceptado, aun cuando se reconoce que los organismos primarios pudieron no haber dejado huella, pero datados, como los cifra Riábchikov, hasta en 3000 millones de años.
Comenta este artículo …