Análisis Crítico a, Estructura y Dinámica de la Esfera Geográfica, 1976; de A.M. Riábchikov (3/…).
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.
http://espacio-geografico.over-blog.es/
08 sep 12.
De la Introducción que Riábchikov hace a su obra, destaca, contra lo que pudiera esperarse, no la definición de “esfera geográfica”, sino la de “medio natural”, y por ello, Riábchikov entiende las “condiciones de vida y producción”, determinado en su desarrollo por tres factores: 1) radiación solar, 2) procesos tectónicos, y 3) ampliación de la producción social. Del énfasis que ha dado ahí al medio natural, vagamente pareciera identificarse ello a la “esfera geográfica”.
Pero al respecto de la esfera geográfica, Riábchikov dedica su primer apartado a la explicación de ello, la cual incluye la litosfera, atmosfera, la hidrosfera, y la biosfera; considerados en su extensión bidimensional, quedan enteramente determinados por la extensión de la superficie terrestre; pero en cuanto se piensa en la coordenada de la tridimensionalidad, empieza la discusión entre diversos geógrafos soviéticos. Para Riábchikov, la esfera geográfica llega hasta la capa de ozono (otros autores la llevan no más allá de la tropósfera a 18 km d altura, como Ermolaiev o Kalinski; o no más allá de la estratósfera, a 50 km de altura en función del efecto térmico). Para Kalesnik en particular, fija un límite inferior ya no en la superficie terrestre, sino en la llamada capa de hipergénesis de la Corteza Terrestre (su superficie interna).
La esfera geográfica, según Riábchikov, está determinada, es decir, que en ello encuentra sus causas, por siete factores: 1) la masa de la Tierra, 2) la distancia al Sol, 3) la existencia de la Luna (que Riábchikov refiere particularmente a la importancia de las mareas), 4) la esfericidad de la Tierra, 5) su movimiento de traslación, 6) su movimiento de rotación, y 7) la inclinación de su eje (que Riábchikov refiere principalmente, relacionado al ciclo de las Estaciones del Año). Al respecto de estas causas, ya a mediados de los años ochenta, nos convencimos de que la Luna ciertamente era un factor esencial, pero, geográficamente, no por cuanto al efecto de mareas, sino por cuanto que a que era ella y su masa determinando un campo gravitatorio, lo que realmente delimitaba el espacio geográfico en la intersección de sus campos gravitatorios, así como de mucho tiempo atrás, entendíamos que la inclinación del eje, más que aludir a las Estaciones del Año, era esencial en cuanto a la zonificación geográfica y la dinámica de ésta.
Luego Riábchikov aborda un tema eje en su trabajo: el análisis paleogeográfico por el cual se aprecia la evolución y transiciones entre cada una de sus “fases” (esto es, entre cada uno de los Elementos entendidos como la litosfera, la atmosfera, la hidrosfera y la biosfera), dando lugar, en términos de Riábchikov, a las regiones geográficas y el paisaje.
Riábchikov introduce aquí, pues, dos nuevos conceptos en su texto. Acerca de la hettneriana región no va a agregar nada en especial, le da el tratamiento que puede verse en Hartshorne, en donde la región (noción de espacio) y paisaje (noción de medio natural con ciertas propiedades de unidad), tienden a identificarse.
Pero acerca del concepto de paisaje es más preciso: <<es el complejo territorial –dice Riábchikov– genéticamente homogéneo, en correlación con los principales componentes (las “fases” o Elementos) de la esfera geográfica>>. El paisaje es así, hettneriano-hartshornianamente, el conjunto de las unidades morfológicas de una región. Más aún, Riábchikov va a identificar el paisaje con el concepto de “geosistema”, e incluso con el de “ecosistema”.
Se hace notoriamente evidente el análisis geográfico “fenomenista” en donde las propiedades espaciales (la región, la noción de esfera misma), son solo parte de un sistema de referencia, verdadero sistema inercial respecto del cual lo demás se extiende y se mueve, y así, dice Riábchikov, <<el surgimiento y extensión del paisaje (real objeto de estudio de esa “geografía fenomenista”, en nuestra precisión), se subordina a la ley de la zonalidad planetaria (zonalidad que opera como referencia)>>.
En el segundo tema de su obra, Riábchikov aborda la idea central de su modelo: los balances de energía, a partir de dividir en dos sus fuentes naturales, siendo una, la principal, la externa o solar (en el 99.98%), y la otra, la interna o tectonogénica (en 0.02%); de donde dirige la atención al análisis de la distribución de la energía solar sobre el planeta, una de cuyas resultantes principales, es la producción de la biomasa de la Tierra, en particular de la fitomasa, la cual analiza en su ciclo de renovación total, según Riábchikov, de 150 años.
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