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  • : Espacio Geográfico. Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
  • : Espacio Terrestre: objeto de estudio de la Geografía. Bitácora de Geografía Teórica y otros campos de conocimiento del autor. Su objetivo es el conocimiento científico geográfico en el método de la modernidad.
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4 mayo 2014 7 04 /05 /mayo /2014 22:03

feisbug-011--Pulpo-Dextrogiro-de-las-Izquierdas-Reformista.jpgDenuncia 023; El Pulpo Dextrógiro de las Izquierdas Reformistas.

 

Por un comunicado a los medios, nos enteramos hace una semana, que la PGJDF, había aceptado la Recomendación al caso Marduk Chimalli: CDHDF/I/121/Azcap/13/2020, pero luego de ello no hemos vuelto a tener conocimiento de nada, por lo que, continuamos…

 

El pulpo dextrógiro de “las izquierdas”, fijo y visto desde arriba, carece de punto de referencia para una simetría derecha-izquierda, de modo que lo que se dice de su “izquierda”, bien puede ser su “derecha”; y por veinticinco años, ese pulpo se hizo pasar como de “izquierda", sólo de dicho; pero un cuarto de siglo después, ese proyecto de una pseudo-izquierda o “izquierda reformista”, está agotado.

 

feisbug 010; Pulpo de las Izquierdas


Para saber cuál es la simetría derecha-izquierda de ese pulpo, basta con ver su giro: levógiro cuando es a la izquierda, dextrógiro cuando es a la derecha.  Y este condenado pulpo embustero (que denunciamos en su verdadera naturaleza desde 1988, en su origen), que diciéndose de “izquierda” por definición se asumiría como socialista (es decir, donde la partícula “ista” quiere decir “teoría de…”, o “culto a…”, en este caso, a la sociedad); por oposición a lo que fue, por ejemplo, durante el gobierno “capital-empresarista” de Fox, la teoría capitalista empresarial (del capital “de los empresarios, por los empresarios, y para los empresarios”).  Pero he aquí que, si algo caracteriza a los verdaderos socialistas, es su rechazo a la miserable vida de supuestas reformas, sin incidir, ni poder hacerlo, en los cambios reales en favor de ésta, dejándola permanentemente sometida al régimen del capitalista.

 

feisbug 011; Pulpo Dextrógiro de las Izquierdas Reformista


Esa “izquierda” reformista para aparentar su posición ideológica socialista, se pronuncia por la recuperación de la propiedad “nacional” reivindicando el principio del “nacionalismo” obsoleto ya desde el siglo XIX.  Con ello, esta “izquierda” reformista es, ciertamente, “nacionalista” y “socialista”, pero tal cual, no pudiendo ser de otra forma, a manera del “nacional-socialismo” (el nazismo) del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores dirigido por Adolfo Hitler.  Ello explica por qué esa “izquierda” giró del momento histórico en que Heberto Castillo Martínez cedió la candidatura a la presidencia a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano (1987), la cual ganó…, pero aún ganando la perdió, dejándose arrebatar el poder y con ello traicionando la voluntad popular depositada en el voto, a manos del priismo de Carlos Salinas de Gortari; al momento histórico actual en que Andrés Manuel López Obrador (2006), ganó la presidencia, pero que aún ganando, la perdió, dejándose arrebatar el poder vergonzosamente a manos del conservadurismo de Felipe Calderón Hinojosa, traicionando la voluntad popular que le había dado el poder, que con todo ello ha derivado finalmente al Gobierno del D.F al nazi-fascismo de Miguel Ángel Mancera.  Esa evolución no podía ser sino así, y estaba prevista ya desde su origen, justo por la experiencia histórica de ideologías semejantes, por las que sólo un ignorante embustero como Jesús Zambrano (PRD), puede decir en contra de toda evidencia histórica, una estupidez de una incongruencia descomunal: “hoy se puede ser revolucionario reformista”.

 

No nos extraña lo que ha sido siempre el trágico final de ese “reformismo revolucionario”: la intentona de golpe de Estado (el proletariado al que una y otra vez traicionan, ya los repudia, y no tiene otra manera de acceder al poder).  Su pretensión de defender la Industria Petrolera, cuando no fueron capaces de defender la voluntad popular que les dio el poder, no es más que un embaucamiento más por el voto medrando el poder y el presupuesto de la nación.

 

Esa es la triste historia del “pulpo dextrógiro de toda izquierda reformista”.  Toca ahora a la sociedad detenerla y expulsarla del poder, antes de que sea tarde; para lo cual no se trata de votar por algo peor, sino basta retener el voto, y con él poder popular soberano.  Terminan así veinticinco años de embuste de una derecha disfrazada con un guante izquierdo.

 

 

feisbug-012--Guante-Izquierdo-Mano-Derecha-copia-1.jpg

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4 mayo 2014 7 04 /05 /mayo /2014 22:03

La Luna (Blue Moon)La Geografía de los “Nuevos Mundos”, una Antilla en la “Mar Vacui”: la Luna (1/2)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

20 feb 14.

 

Nunca, hasta ahora (a excepción de G.N. Katerffeld), los geógrafos habíamos visto la importancia del Satélite de la Tierra: la Luna, en los estudios geográficos.  La Luna se había dejado siempre como objeto de estudio de los astrónomos y como algo ajeno a la geografía.  Pero resulta que este astro tiene tanta importancia como la Tierra misma en esta ciencia.

 

Esta importancia no se había podido ver desde una “geografía fenomenista”, con todo y una posible “Geografía Astronómica” o algo parecido.  Es sólo con el desarrollo inicial de una “geografía espacista” (o simplemente dicho ahora, desaparecida esa división, con el desarrollo de la geografía como ciencia), que puede entenderse la importancia de la Luna en los estudios geográficos.  Simplemente, de ella depende la comprensión del origen evolución y delimitación del espacio geográfico, así como de buena parte de las propiedades de éste.  Más aún, la Luna se constituye como el más extraordinario laboratorio para el conocimiento geográfico en general, y del espacio terrestre en particular.

 

Las hipótesis acerca del origen de la Luna se reducen a dos: 1) parte del proceso de la hipótesis nebular del origen mismo del Sistema Solar, y 2) como consecuencia del violento origen planetario en la hipótesis catastrofista, como un colosal impacto entre dos mundos.

 

En cualquiera de los dos casos, ello determinó para siempre, en el remoto pasado de la Tierra, las características tanto de su estado de espacio discreto, como de su estado de espacio continuo general.  En ambas circunstancias, el punto clave es explicar la formación estructural del Océano Pacífico.  En la hipótesis catastrofista, éste sería consecuencia de la “cicatriz” del impacto; e incluso el Satélite mismo estaría formado en parte con los restos de esa antigua Corteza Terrestre.  Esa es una explicación posible no únicamente de las “tierras bajas” de la cuenca del Pacífico y de las “tierras altas” del hemisferio dominantemente continental afro-euro-asiático, sino, a su vez, de las “tierras bajas” de los “mares” de la Luna (de su cara visible), como de las “tierras altas” de su cara opuesta oculta a la vista.

 

Sin embargo, una situación semejante se observa en Marte, aun cuando en este caso, entre sus Hemisferios Norte y Sur (primera dificultad), y con la ausencia de todo rastro del masivo cuerpo que hubiera impactado en Marte (segunda dificultad).

 

De modo que las cuencas del Océano Pacífico en la Tierra, como del Océano de las Tormentas, el Mar de las Lluvias y el Mar de la Nubosidad en la Luna, han tenido que ser explicadas con los elementos de la hipótesis nebular, lo que constituye el muy importante e interesante trabajo del geógrafo ruso Genadi Nicolaevich Katerffeld (1969).

 

En la hipótesis nebular de la interacción de unos 3000 millones de años, como ocurrió en el origen de formación de la Tierra y la Luna, de dos masas en estado plástico (si bien ya con una Corteza solidificada), gravitando entre sí en forma sincrónica en su rotación y traslación una respecto de otra de modo que una de sus caras mutuamente queda siempre de frente a la otra, en esencia, la hipótesis de Katerffeld consiste en que, parte de la atracción que se resuelve con la distancia entre esas dos masas, se compensa con el alejamiento plástico del centro de la masa gravitatoria en cada una.

 

Dicho desplazamiento de la masa gravitatoria del centro de cada cuerpo es lo que ocasiona simultáneamente dos cosas: en las caras puestas una frente a otra, se forman las depresiones que dan lugar a las cuencas oceánicas o de las “tierras bajas”; y en los hemisferios diametralmente opuestos y más alejados, se forman las “tierras altas” de las elevaciones continentales.

 

 

Luego, hará unos 2000 millones de años se rompe esa sincronía y dichas masas, incluso más consolidadas, comienzan a alejarse entre sí un poco más.  Es así, finalmente, lo que explica el proceso de formación del espacio geográfico tanto terrestre como lunar.

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27 abril 2014 7 27 /04 /abril /2014 22:05

Editorial

e-es-funcion-de-ee.jpg 

“El espacio en función de los estados de espacio”, e = f(ee); resultado de los esfuerzos teóricos a lo largo de la historia del pensamiento geográfico del siglo XX, y en particular, de treinta años de nuestros estudios en el campo de la geografía teórica, en el que asumimos la solución al debate dado a lo largo del mismo, acerca de la naturaleza de la Geografía.

 

*

 

Sin duda de Marte hay la correspondiente cartografía, no sólo temática, principalmente geológica, sino la necesaria cartografía geográfica (basta accesarla a través de Internet), pero lo que sí es enormemente dudoso, es que en su elaboración haya participado algún geógrafo; éstos están muy atareados hoy en día con sus “imaginarios” de un “espacio socialmente construido” de erosión laminar en los agromicroclimas de los nichos ecológicos en las huertas de aguacates y su incidencia en la economía nacional, y etc, etc, y en Marte resultó que ni marcianos “constructores de su espacio social” hay (aun cuando ya hay una larga lista de dementes terrícolas dispuestos a un viaje sin retorno para irse a morir allá).

 

Mas, en términos de una geografía científica, estudiosa del espacio objetivamente dado, apenas abordamos el problema del espacio geográfico de Marte como una forma análoga que nos permita entender aún más el espacio geográfico terresre, y ya enfrentamos una simetría que habrá dejado estupefacto a Genadi Nicolaevich Katterfel, por la cual, o los factores de la hipótesis del origen y evolución del espacio geográfico terrestre de éste no se comprueban ahí, o, por lo contrario, se corroboran plenamente, pero a condición de que algo descomunal (y no necesariamente catastrofista) haya pasado con Marte, que giró su Eje de Rotación en 90º.

 

He ahí algo que no está propiamente en el campo ni de la astrofísica, ni de la geología, acaso un tanto en el de la geofísica; pero el objetivo último es la explicación del origen y evolución del espacio propio del astro (o espacio geográfico del mismo), tanto por su determinación como estado de espacio discreto, como por sus características en su determinación en su estado de espacio continuo, en donde, por ejemplo, las llamadas “sombrillas magnéticas”, podrían ser remanentes, precisamente, de un Eje de Rotación girado en 90º.

 

Geográficamente se nos plantea aquí: 1) por qué esa simetría del espacio geográfico de Marte, y 2) qué la causó, que al parecer no está ya presente, como el caso de la Luna para la Tierra siguiendo la hipótesis de Katterfeld, y que Deimos y Fobos no parecen ser suficientes para explicarla.

 

El horizonte del conocimiento geográfico de los “Nuevos Mundos”, ha quedado, pues, abierto.

 

*

e es función de eeFilosofía de la Geografía.

 

[____]  Qué es la Geografía; el Debate de la Naturaleza de la Geografía en el Siglo XX en el Mundo,  (7) (43/)

[____]  La Geografía de los “Nuevos Mundos” en la Riba Opuesta de la “Mar Vacui”: Marte (2/2).

 

Nuestra Pequeña Narrativa de Lucha ProletariaPolítica.

 

[____]  Dominio Ideológico del Capital: "La Madre Tierra" (y otras madres)

 

 

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27 abril 2014 7 27 /04 /abril /2014 22:04

Qué es la Geografía; el Debate de la Naturaleza de la Geografía en el Siglo XX en el Mundo.  (7)  (45/)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

31 dic 13.

 

Conclusión al Debate acerca de la Naturaleza de la Geografía.

 

En el I Momento Histórico de Abstracción y Generalización de las categorías de “espacio” y “fenómenos”, básicamente los “fenómenos” son abstraídos y generalizados en los “hechos geográficos” y la morfología de éstos, dados por lo empíricamente perceptible, así como el “espacio”, es abstraído y generalizado en los conceptos de lugar y región.  En el II Momento Histórico la abstracción y generalización va dirigida al concepto de “espacio”, entendido como el orden de coexistencias y en la noción de superficie terrestre.  En el III Momento Histórico, esos elementos son retomados en un intento de abstracción y generalización simultánea de las categorías de “espacio” y “fenómenos”, en la categoría de región corográfica, con una referencia más particular a las propiedades de espacio en los conceptos de lugar, localización, distribución y relaciones.  En el IV Momento Histórico, en una nueva solución simultánea de abstracción y generalización de las categorías fundamentales de los “fenómenos” y el “espacio”, se introducen los conceptos de “paisaje”“morfología del paisaje”, como un ámbito espacial (semejante a lo corográfico), y “unidades morfológicas”, como abstracción y generalización de los fenómenos; aquí el debate se agudiza; se hace evidente que en la categoría de “unidad morfológica” se está dejando de lado a los fenómenos como tales y de su estudio en sí mismos, a lo que se ofrece una particular resistencia; pero otro tanto ocurre con el poco afortunado concepto de “paisaje”.  Tendría que transcurrir medio siglo para que, desarrollada la teoría de la regionalización, se introdujera el análisis cuantitativo; y siendo ya más comprendida la teoría del continuum de Einstein, se diese lugar al V Momento Histórico de este complejo proceso; los fenómenos fueron abstraídos y generalizados ya en los conceptos de “elementos” o bien “fases”, en un espacio entendido precisamente como el continuum.  Pero el análisis regional y cuantitativo, no obstante, siguió siendo en forma del estudio de los fenómenos en sí mismos, tan sólo en un ámbito espacial de referencia, los “elementos” o las “fases” siguieron siendo, a su vez, tratamiento de los fenómenos apenas justificados en la teoría del continuum, pero el continuum mismo dejaba de lado la propiedad más esencial del espacio: la extensión, abstracción hecha de lo extendido.  Y en consecuencia, tuvo que darse, aún más, un VI Momento Histórico de Abstracción y Generalización de las categorías de “fenómenos” y “espacio”, y en éste, cuyo autor es el protagonista de estas líneas, el espacio se tomó en su esencialidad como el vacuum (un vacío no absoluto, sino relativo y coexistente con los fenómenos, esas formas de existencia de la materia en sustancia y campo, fueron abstraídas y generalizadas como “estados de espacio”.

 

La propiedad el manejo, primero, de elementos heterogéneos, y, segundo, de éstos como elementos concretos, obligaba a su vez a la definición del objeto de estudio de la Geografía como una relación de dependencia funcional; pero ello, al mismo tiempo, imponía, consciente o inconscientemente, la necesidad de la abstracción y generalización (dados los hechos concretos, por demás heterogéneos).

 

Un siglo duró el debate acerca de la naturaleza de la geografía dada en términos de relaciones funcionales, en las que escondidamente, subyacían esfuerzos de abstracción y generalización poco o nada teorizados.

 

La expresión de dependencia funcional de los fenómenos en función del espacio: f = f(e), pero más propiamente dicho aún, del espacio en función de los fenómenos: e = f(f), como lo observara Sáenz de la Calzada, hacían identidad entre sí, en su identidad simultánea con el continuum einsteniano, el cual es la totalidad de los fenómenos (elementos), y al mismo tiempo, la espacialidad sustancial de éstos, es el espacio mismo dado por las propiedades espaciales; donde el espacio como un “algo” (histórica e intuitivamente identificado con el vacío) independiente del continuum, no existía.

 

Siguiendo nosotros el análisis dialéctico de G. Guerásimov dado en su obra: Problemas Fundamentales del Materialismo Dialéctico (1966), acerca de la necesaria existencia del vacío como un “algo”, que así respondía a su vez a nuestra intuición, no podía quedar en el espacio en función del continuum: e = f(c), donde c es la totalidad espacial de los fenómenos.  Entonces elaboramos la idea opuesta: el vacuum, en donde, en principio, el espacio es estado de vacío como su propiedad esencial, y luego, la coexistencia del vacío con las cosas (dicho de momento así), establecía la relación funcional: e = f(f), o en su expresión más general, como “el vacío (v) en función del continuum o los elementos (E)”: v = f(E); pero como los fenómenos, como los elementos, son formas de espacio en el continuum, en nuestra versión pasaron a ser, como lo denominara Engels, “formas de existencia”, o como lo denominamos nosotros, “estados de espacio”; de modo que el vacío (espacio en su esencia) es una función de los estados de espacio: e = f(ee), de lo que resulta, en conclusión, que el espacio es una función de las propiedades de sí mismo: el vacuum.

 

 

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27 abril 2014 7 27 /04 /abril /2014 22:03

06-Mapa-de-Hemisferios-Norte-y-Sur-con-Altimetria-a-Color.jpg La Geografía de los "Nuevo Mundos" en la Riba Opuesta de la "Mar Vacui": Marte (2/2)

 Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

17 feb 14.

 

Así como en la Tierra resalta sin ninguna dificultad un hemisferio occidental de agua (165° de extensión longitudinal), y opuesto a él, un hemisferio oriental dominantemente continental; de manera semejante en Marte resalta un hemisferio ahora, en este caso, norte, de tierras bajas y planicies apenas impactadas por aerolitos (sólo destaca, aislado, el famoso “Cráter Lomonosov”); y un hemisferio sur de tierras altas saturado de cráteres de innúmeros impactos (digámoslo así, presuponiendo en cada caso en un lenguaje geográfico más apropiado, la interacción de estados de espacio). 


06 Mapa de Hemisferios Norte y Sur con Altimetrìa a Color

Un Hemisferio Norte de Marte formado de "tierras bajas", y un Hemisferio Sur prinicipalmente de "tierras altas".  Astrofísicos, geólogos y geofísicos estudian con profundidad el planeta, pero ninguno de ellos da -ni tiene estrictamente dicho por qué hacerlo-, respuesta a por qué esa distribución asimétrica del espacio geográfico de Marte: eso es asunto de la geografía.

 

El problema geográfico es: ¿Cómo pudo ocurrir eso?, ¿cómo se formó un espacio geográfico con esa asimetría?  Exclusivamente en uno de sus hemisferios hay dos o tres cráteres gigantescos de la época remota de los orígenes de su formación, en que aún gravitaban enormes remanentes líticos que estaban formando las masas planetarias; hay otros tres o cuatro impactos de tamaño medio, y luego miríadas de impactos más pequeños y recientes.  Esos impactos en todo el proceso de formación de Marte, están en contradicción con la lógica del agregado meteórico protoplanetario, cuya dominancia de trayectorias es paralelo al plano de la eclíptica.  En consecuencia, a la hipótesis de formación del Sistema Solar está equivocado, o con Marte ocurrió algo tan sorprendente como el giro hacia los 90°, de su Eje de Rotación.

 

Nuestra hipótesis, que elaboramos así para ajustarla a la hipótesis de Katterfeld de la triaxialidad asimétrica por rotación de la Tierra, es que: 1) Marte debió haber tenido su Eje de Rotación, alineado casi sobre los 0°, es decir, casi totalmente “recostado” sobre el plano de la eclíptica (muy semejante al caso de Urano, inclinado en 87°7’); pero, aún más, 2) el Polo Norte de su Eje de Rotación, no sólo estaba de frente al Sol, sino lo estaba sincrónico al movimiento de traslación, de modo que en toda su trayectoria el Polo Norte siempre estaba de frente al Sol; 3) en ese lapso, de acuerdo con Katterfeld, la masa plástica de Marte compensó la atracción gravitacional abultando su Hemisferio Sur, que en Marte quizá a su vez produjo una triaxialidad asimétrica; luego, 4) aún en los tiempos remotos de su origen, siendo una masa particularmente plástica, debió haber capturado por un tiempo una gran masa inercial que le rivalizaba, proveniente de una trayectoria oblicua ascendente y del exterior al interior de la órbita de Marte; 5) en consecuencia, esa masa gravitacional capturada, por algún tiempo, a la vez que el planeta se iba enfriando y consolidando, tiró poco a poco del Eje de Rotación de Marte moviéndolo hacia un ángulo que finalmente alcanzó los 75°; por último, 6) esa masa inercial alejándose cada vez más, acabó por vencer la atracción gravitatoria de Marte, y siguió su trayectoria.  Cuando esto ocurrió, la masa meteórica protoplanetaria prácticamente estaba ya consumida por los diversos planetas, y, a lo más, 6) Marte debió obtener posteriormente sus satélites Deimos y Fobos por nuevas capturas.

 

De este modo, esa masa capturada sólo sirvió temporalmente para “enderesar” el Eje de Rotación de Marte, y a menos que esa masa capturada haya quedado estacionaria en dirección al Polo Norte del planeta casi totalmente “recostado” sobre la eclíptica (difícil de considerar), las tierras altas de Marte, hasta en 8 km de altitud, en contraposición a los -8 km en la depresión de las tierras bajas, se explicaría más por su interacción gravitatoria con el Sol, que, como en el caso de la Tierra, con su propio Satélite.  De haber ocurrido así el proceso, ello corroboraría la hipótesis de Katterfeld; de otro modo, ésta no sólo no explicaría el espacio geográfico ni de la Tierra ni de Marte, pero cuestionaría la hipótesis misma de formación del Sistema Solar.

 

Por lo tanto, esta será una hipótesis que afirmaremos verificando la hipótesis de Katterfeld, para explicar el origen y evolución tanto del espacio geográfico de Marte, como del de la Tierra.

 

Seguramente, como se evidencia por las huellas de sus causes, debió haber existido ese otro estado de espacio vital, el agua, en ríos y mares, como consecuencia del proceso mismo de formación del planeta (de la misma manera que en la Tierra: el agua es expulsada de la roca incandescente en forma de vapor, se condensa y precipita, formando la atmósfera e hidrósfera); no obstante, los rastros de vida buscados por las naves Viking-I, Pathfinder, Oportunity, Beagle-2, Viking-II, y Spirit, en todos los casos de manera próxima al ecuador, pero sobre el Hemisferio Norte, en la zona de los 2 km de altura (excepción del Beagle-2 que exploraría hacia los 6 km de altura), de haber existido un océano abarcando todo el Hemisferio Norte, esta zona explorada correspondería a las regiones de Plataforma Continental, ricas en formas de vida, y, sin embargo, ésta, o no existe, o aún no se ha dado a conocer.


04-Mapa-Lugares-de-Exploracion.jpg 

Localización de las regiones exploradas hacia la zona ecuatorial, pero principalmente en las "tierras bajas" del Hemisferio Norte".


Quizá, no obstante reunirse todas las condiciones físicas, incluso las variaciones estacionales de manera semejante a la Tierra, aun cuando con el doble de duración, la vida no llegó a formarse debido a que, de manera simultánea, esa atmósfera e hidrósfera desde el primer momento comenzó a disiparse hacia el espacio cósmico sin poder ser retenida por la poca masa gravitacional de Marte (un medio la de la Tierra), de donde una “terraformación” estable completa de Marte no sería posible.  El futuro del ser humano, estaría aún en “Nuevos Mundos” aún más lejanos.

 

Conclusión.

 

Se hace pertinente algunas conclusiones, y, en primer lugar, el destacar que aquí no nos hemos valido de los conocimientos de ninguna otra ciencia; es decir, no hemos tomado los datos ni de la astrofísica, ni de la geología o geofísica.  Lo dicho aquí, ni siquiera es del conocimiento de éstos.  Hemos hablado exclusivamente del espacio geográfico de Marte a partir de buscar en ello la verificación de la hipótesis del origen y formación del espacio geográfico de la Tierra según Genadi Nicolaevich Katterfeld, de la triaxialidad asimétrica; y ello supuso elaborar –tal como él mismo lo sugirió– una hipótesis del origen y formación del espacio geográfico de Marte.

 
Ley de la Zonalidad Planetaria 1, Riábchikov

Teoría de Genadi Nicolaevich Katterfeld (elaborada entre 1953-1960), de la Triaxialidad Asimétrica de Rotación de la Tierra, como causa del origen y formación del espacio geográfico.  Como en Marte, pero en este caso entre los hemisferios oriental y occidental, hay una asimetría entre "tierras bajas" de la cuenca del Océano Pacífico, y "tierras altas" de las masas continentales afro-euro-asiáticas.

 

Al final, lo que nos interesa no es “quedarnos en Marte” en nuestros estudios geográficos, ello ha sido sólo un medio para comprender los aspectos teóricos esenciales del conocimiento geográfico: es decir, el origen y formación del espacio geográfico, tanto de Marte, como, verificado ahí, entendido y comprobado para la Tierra.

 

Resultó más complejo de lo que Katterfeld mismo se pudo haber imaginado; pero tanto más ello abre el horizonte para los estudios geográficos en el laboratorio de Marte.

 

 

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27 abril 2014 7 27 /04 /abril /2014 22:02

El Dominio Ideológico del Capital: "La Madre Tierra" (y otras madres)

 

Las relaciones humanas esenciales, son relaciones morales, esas que se dan por un acto de conciencia, de responsabilidad y compromiso con los demás.  Ellas representan el más alto nivel de socialización humana.  Justo por todo ello es lo más esencialmente atacado por el capital.

La relaciones morales, en tanto que actos de conciencia social, son exclusivamente entre los seres humanos.  Constituyen el deber ser por conciencia social de unos individuos con otros, y sólo entre éstos; de un individuo con conciencia respecto de mi suerte y de la de los demás, como yo hago conciencia, a su vez, de su suerte y de la de los demás, tanto como los demás hacen conciencia respecto de nosotros y nuestra suerte.

Por lo tanto, si un árbol ha de ser derribado, o un animal ha de ser sacrificado, en lo cual puede ir la vida de los demás y de uno mismo en tanto combustible y alimento, no puede causar cargo de conciencia alguna por faltas a la moral.  Más aún, si ello ocurriese innecesariamente (talar el árbol sólo por talarlo, o cazar el animal sólo por cazarlo), ello tampoco puede causar cargo de conciencia moral sólo por dañar a la naturaleza.  El cargo de conciencia moral ocurrirá única y solamente por la conciencia social de lo que la naturaleza significa para todos los demás; por esa conciencia social que me hace reflexionar en la responsabilidad que asumo para con los demás, y por lo tanto, de cómo es que hago daño, no a la naturaleza, sino, con ello, a la sociedad misma.

El problema, pues, no es que se haga daño a la naturaleza, por la naturaleza misma, sino a la sociedad, en tanto la naturaleza es un valioso bien común.

Si algo caracteriza al capital, es el ser absolutamente inmoral.  En el capital no puede haber relación moral alguna, por su propia definición: el ser una relación de explotación del trabajo asalariado.

El capital es la relación de producción mediante la explotación de la fuerza de trabajo.  El capitalismo no es una relación moral, sino económica, de producción, en la cual se niega la condición humana, enajenada cual máquina al servicio de los intereses de la ganancia máxima.

Luego entonces, una de los principales intereses del capital, es la alienación del individuo y de la sociedad, a fin de confundir en éstos el real carácter de las relaciones morales.  En esa alienación (confusión), procura mantener en el atraso ideológico a los pueblos, inculcándoles formas del pensamiento idealista metafísico (de lo sobrenatural), dualista (de la creencia en la existencia real de un mundo sobrenatural, tan real como la realidad objetiva), teísta (de culto a los dioses); formas del pensamiento del medioevo, muy lejanas al pensamiento renacentista y de la Ilustración, progresista, científico.

Esa es exactamente la finalidad de la patraña ideológica capitalista de “La Madre Tierra”, en la que se inculca una filosofía idealista metafísica vitalista o animista (de otorgar vida a las cosas, y más aún, de antropomorfizarlas, es decir, de hacerlas aparecer como humanas), por lo cual, al darle carácter no sólo humano, sino incluso, sacro, divino, a esa piedrota gigante en la cual vivimos en calidad de microbios, en el concepto de “La Madre Tierra”, entonces, ahora sí, ya se hace posible una “relación moral (conocida como idolatría) con el planeta”, no obstante ente natural (problema esencial de la bioética).

En esta nueva idolatría ya no se fuerza a los indios a adorar la Cruz, sino ahora son “libres” de quedar sumidos en las propias fantasías de su ignorancia.  A los oscurantistas ya no les importa el tipo de ídolo a venerar, mientras los ignorantes –decía Francis Bacon– no destruyan sus propios ídolos (sus prejuicios), sus explotadores existirán.

Creer, tener fe, es fácil, simple, no requiere más que pereza de pensamiento, por la cual se deja a los ídolos, a los espíritus, o a los dioses a los cuales se dan votos de fidelidad, que se encarguen de nuestra existencia (en tanto detrás de ellos, los explotadores hacen de las suyas).  Pero pensar, razonar, es lo difícil, lo complejo, requiere de nuestro esfuerzo (de estudiar, del método y paciente sistematicidad), para descifrar y entender el mundo, apropiándoselo, para intentar hasta el infinito su conquista, para, con ello, con el hecho de pensar, hacernos más humanos y erigirnos nosotros como los dioses.  Pensar para ser como dioses, implicará que la responsabilidad es nuestra y no de los espíritus.  No será “La Madre Tierra” la que, en “su sabiduría”, cansada de nuestra trapacería irresponsable, “nos castigará” y por sí sola pondrá remedio a tanto mal de la “perversidad humana” sin control.

 

Pensar, responsabilizarnos nosotros como individuos y sociedad, nos permitirá darnos cuenta que la manera de producir los bienes materiales para la sociedad en este sistema económico de la ganancia máxima de un particular haciendo uso de los recursos naturales como mercancía, es la verdadera causa de todo mal, y en consecuencia, de que es urgente ya su abolición y sustitución por un orden económico-social donde los recursos naturales no sean más mercancía, sino sólo eso, recursos para la sociedad en su producción y distribución planificada.

 

La-Madre-Tierra-y-Otras-Madres.JPG

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20 abril 2014 7 20 /04 /abril /2014 22:05

Editorial

ULtimas-Noticias-de-Marte-Llegadas-a-Puerto.jpg 

Marte.  De la última noticia llegada al puerto de la nave “Mars Reconaissance Orbiter” acerca de los “Nuevos Mundos” lejanos, en algún impreciso y misterioso lugar (de otros trece semejantes), por una hondonada, en un segmento de casi 1 km de largo, al parecer, fluye agua, o por lo menos se aprecia unas “líneas de pendiente recurrentes” (RSL).  Como de “El Dorado”, o de “Cibola” y “Quivira” de antiguos tiempos, la imprecisión del lugar quizá sea hoy también, celoso secreto geográfico (y no casualmente, a su vez, una imagen confusa, cual mapa medieval).

[Fuente: NASA; 11 feb 14]

 

*

 

Más allá del espacio terrestre, allí en donde las naves son atrapadas en el vórtice de la “Mar Vacui” de otros campos de gravedad, hay otros mundos.  Los “Nuevos Mundos” en la riba opuesta de la “Mar Vacui”: la Luna y Marte.

 

Justo un día antes de que teníamos programada la redacción de esta editorial, el 11 de febrero apareció en la prensa en primera plana la noticia: “Nave de la NASA envía más pistas de posible existencia de agua en Marte; se amplían las posibilidades de vida”; y luego en interiores, se muestra una fotografía como “barrida” (?), de composición de colores desajustados (?), que da la impresión de ser una pintura surrealista, imagen de una región (misterioso lugar indefinido) de Marte, de una hondonada en un segmento de unos 800 m de largo que se emplaza en dirección E-W, donde la imagen aparece con la dirección cardinal norte invertida a nuestra disposición convencional.

 

Es aquí donde se hace evidente el consejo del geógrafo ruso Genadi Nicolaevich Katerffel, de estudiar el espacio geográfico de otros mudos, a fin de poder comprender mejor el espacio geográfico propio de la Tierra.

 

El “espacio terrestre” es el espacio geográfico propio de la Tierra, pero la categoría de “espacio geográfico”, es una aplicación universal del conocimiento geográfico a toda problemática de espacio.

 

Al publicar en este número el artículo: <<La Geografía de los “Nuevos Mundos” en la Riba Opuesta de la “Mar Vacui”.  Marte>>, sólo estamos trasmitiendo a las nuevas (y futuras) generaciones de geógrafos, esa recomendación de G.N. Katerffeld, ampliando los horizontes  de la investigación geográfica, tan sólo con desechar el viejo y limitado aparato categorial fenomenista, para aplicar los conocimientos geográficos con un aparato categorial más científicamente fundado en la geografía como ciencia del estudio del espacio (en este caso, del espacio geográfico de Marte, que no debe confundirse como pretensión astronómica del estudio del espacio cósmico).

 

*

Marte, Observación Telescópica s XVIIIFilosofía de la Geografía.

 

[____]  Qué es la Geografía; el Debate de la Naturaleza de la Geografía en el siglo XX en el Mundo. (6)  (44/)

 

[____]  La Geografía de los “Nuevos Mundos” en la Riba Opuesta de la “Mar Vacui”.  Marte.  (1/2)

 

Nuestra Pequeña Narrativa de Lucha ProletariaPolítica.

 

[____]  Denuncia 019 (17 abr 14); Concitación Política, Origen y Perspetvas.


[____]  Denuncia 020 (17 abr 14); Cada Cual en su Lucha, y un Objetivo Común.


[____]  Denuncia 021 (18 abr 14); Un Cuarto de Siglo Después.

[ ____]  Denuncia 022 (22 abr 14); Esto Ocurre por no Ir a la Escuela.

 

Ícono LiteraturaLiteratura.

 

[____]  "Acabo de Morir...", Gabriel García Márquez.

 

 

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20 abril 2014 7 20 /04 /abril /2014 22:04

Qué es la Geografía; el Debate de la Naturaleza de la Geografía en el Siglo XX en el Mundo.  (6)  (44/)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

30 dic13.

 

Hemos hecho conciencia, pues, de que la historia de la geografía en México, es particularmente importante en el contexto mundial (quizá mucho más de lo que cualquiera pudiera imaginarse).

 

Como tercer factor que agregamos al gráfico, fue una marca para el año en que cada autor publicó su definición de geografía.  En ello no hay nada particular relevante a los propósitos de este artículo, que el hecho curioso, de momento a nuestro parecer (quizá implique algún análisis de sociología de la geografía o algo parecido), de que, en general (pues hay excepciones), hasta los años sesenta, el aporte se daba principalmente en el período de madurez, y sólo a partir de los años setenta, los aportes aparecen ya desde el período de juventud profesional, cada vez de manera más inmediata al momento de egreso, lo que, por lo demás, no hace excepcional nuestro caso.

 

El cuarto factor que incluimos en el gráfico: la secuencia histórica y cronológica del concepto de Geografía y la definición de su objeto de estudio expuesta en sus relaciones funcionales, simplificadas más aún en un nivel mayor de generalización, adquiere una particular importancia que amerita una larga explicación.

 

Así, en la base el gráfico, distribuida en la línea de tiempo correspondiente sólo al siglo XX, se ubican cinco relaciones de dependencia funcional, siendo la última ya ajena, por definición propia, a la ciencia moderna:

 

      1     f = f(f)       Ratzel-Richtoffen.

     2     f = f(e)       Chizhov-Krasnov, y De la Blache-Hettner.

     3     e = f(f)       Hettner-Passarge, y De la Calzada-Riábchikov.

     4        e = f(ee)     Luis Ignacio Hernández Iriberri.

 

     5        “e” = f(fs)

El “constructo” subjetivista y relativista del llamado “posmodernismo”, que inevitablemente conduce a la metafísica, en donde el “espacio” es un “imaginario”, que devuelven a la geografía al viejo y obsoleto concepto del siglo XIX, de “ciencia social”; por lo que, usada sólo como dato histórico de referencia, ha de quedar excluida ya de toda discusión en el campo de la ciencia.

 

Históricamente en la geografía del siglo XX, se transitó del pretendido estudio de los fenómenos por si mismos: f = f(f), en contradicción con el hacer de las demás ciencias, al estudio de los fenómenos, intentando salvar la contrariedad, ahora en función éstos del espacio: f = f(e), espacio que reaparecía como lo propio a la geografía, y de ahí que, sin más, se invirtió la relación priorizando lo propio: e = f(f), pero donde, hemos dicho, no hubo una teorización suficiente y necesaria de las categorías fundamentales, que por cuanto al espacio, se trataba de definir qué se entendía por ello (y que no fuese recursivamente en otra relación funcional), y que por cuanto a los fenómenos, tratando de entender en una abstracción y generalización mayor como forma de existencia o forma de espacio.

 

Ese último paso, históricamente, nos tocó darlo a nosotros, en donde los fenómenos son abstraídos y generalizados como formas de existencia en la categoría de “estados de espacio”: e = f(ee), esto es, donde el espacio es una función de sí mismo por sus propiedades particulares.

 

De este modo, la categoría de los fenómenos como un opuesto de la contradicción histórica fundamental del pensamiento geográfico, quedó subsumida en el otro, en el espacio, en tanto la forma de existencia dada en los “estados de espacio”, resolviéndose así dicha esencial contradicción, y dando lugar, con ello, al nacimiento de la geografía como rigurosa ciencia moderna.

 

Y así, el quinto y último factor que insertamos en el gráfico para correlacionar el análisis: la esencial evolución de los momentos históricos de abstracción y generalización de las categorías de los “fenómenos” y del “espacio”, el cual venía de un descubrimiento por nuestra parte en un análisis hecho entre 2011 y 2012, en que, fuera de todo orden cronológico, en que, primero vimos ese proceso en Hettner y De la Blache (1905-1913), con su criterio morfológico en uno y las propiedades particulares de espacio en el otro; luego lo entendimos así en la propuesta de los elementos de Sáenz de la Calzada Gorostiza (desde 1952), e inmediatamente a su vez, en las “fases” de Riábchikov (1976).

 

Con nuestra propuesta (1980-2012), de momento creímos que esos momentos históricos de abstracción y generalización habían sido tres; pero con la observación dirigida, al revisar nuevamente el material de Miguel E. Schulz (1892), vimos que ya en él estaba una primera forma de abstracción y generalización, determinada más que por el esfuerzo en ello en sí, con el fin de resolver un problema, por un principio filosófico al enfrentar la realidad: el principio empirocriticista de conocimiento a partir de lo sensiblemente dado, pero del que Schulz hizo conciencia de que ello resolvía el tratamiento de los fenómenos en geografía; luego vimos el mismo caso antecedente en el tiempo, en Louis Vivan de Saint-Martin (1873), y luego el particular de William M. Davis (1899), para, entre los tres, en el siglo XIX, hacer un solo momento histórico antecedente; y los momentos históricos sumaron ya cuatro.  Hubo que considerarse un momento más para sumar cinco, con el caso de E. Chizhov (1896), y Andrei Nikolaevich Krasnov (1915); y finalmente observar, al revisar las propuestas de objetos de estudio, que de Hettner a Passarge (1927-1932), se había dado un sexto momento histórico.  Luego los ordenamos cronológicamente tal como aparecen en el cuadro  al pie del gráfico.

 

 

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20 abril 2014 7 20 /04 /abril /2014 22:03

Denuncia 021 (18 abr 14): Un Cuarto de Siglo Después.

 

El problema: una represión política nazi-fascista en tanto que represión a las ideas y ejercida con una acción penal sobre el hijo, ajeno en absoluto a todo la situación motivada por la actividad intelectual del padre.

La causa: la asesoría filosófico-pedagógica al CEND-SNTE para fundamentar un programa de educación científica, frente al proyecto educativo del Estado de cualidades oscurantistas (ampliamente demostrado en otros comunicados).

La situación: esperando la solución del problema por todo un año en función de que la CDHDF emitiera la Recomendación del caso, éste lo consideramos como uno solo, no obstante había en si dos sujetos de represión (padre e hijo).  Al vencimiento de ese año, de manera natural al enfrentar dos problemas distintos, el caso se desdobló con sus dos problemas con sus particulares demandas.

Las demandas:

En el caso en el proceso jurídico:

Reconocimiento y aceptación por la PGDF de la Recomendación emitida por la CDHDF para el caso CDHDF/I/121/Azcap/13/2020 en beneficio de la sociedad.

Cese de la acción penal en el mismo, la cual dura injustamente ya más de un año en un caso de probada inocencia.

Resarcimiento de daños.

En el caso en términos político-ideológicos y morales:

Solución total y satisfactoria al caso de la Recomendación (CDHDF/I/121/Azcap/13/2020).

Resarcimiento de daños en responsabilidad política del Estado desde 1994.

Las consecuencias: Tuvimos una participación política militante comunista casi por toda la década de los años setenta; la abandonamos a principios de los años ochenta limitándonos a la actividad sindical hasta fines de esta última década.  Toda esa vida política fue dada por la sola convicción ideológica y consciencia social.  Prácticamente por un cuarto de siglo no volvimos a participar en ninguna actividad política, si acaso, de manera ocasional.  Finalmente, como consecuencia de la narrativa de la represión política antes expuesta, particularmente a partir del 15 de marzo de este 2014, nos hemos visto concitados y moral e ineludiblemente obligados a volver a la acción política; pero ahora ya no por exclusiva convicción ideológica y una conciencia social, sino, más aún, con la plena legitimidad fundada en el expediente de la CDHDF antes citado, y ante los agravios intolerables del Estado, en particular del Gobierno del D.F.

La acusación: Y con el peso que éste ha mantenido una injusta acción penal que nos agravia, con el mismo peso lo acusamos ya políticamente, de delincuente, cómplice y encubridor de la delincuencia, en tanto que conociendo las pruebas –que no podía no-conocer desde un principio– por más de un año se ha hecho cómplice y ha encubierto a una pandilla de delincuentes comprobados como tales, y más aún, a su cargo.

 

Un cuarto de siglo después, es ahora motivo de un profundo orgullo, el morir en esta lucha por la verdad, el honor, y la dignidad.

 

 

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20 abril 2014 7 20 /04 /abril /2014 22:03

Marte--Observacion-Telescopica-s-XVIII.jpgLa Geografía de los Nuevos Mundos en la Riba Opuesta de la “Mar Vacui”: Marte (1/2)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

http://espacio-geografico.over-blog.es/

13 feb 14.

 

 Mapa-de-Marte--Dibujo-Observacion-Telescopica.jpg

Mapa de Marte.  Elaboración cartográfica de la imagen telescópica de una de las primeras reproducciones telescópicas probablemente de fines del siglo XVIII o a lo más principios del siglo XIX.  La Carta en Proyección Equirrectangular, deforma progresivamente los rasgos del terreno, cada vez en forma más pronunciada, yendo del centro a las esquinas de la imagen en sentido longitudinal.

 

Giovanni Schiaparelli (1835-1910), astrónomo italiano, fue quien afirmó haber observado “canales” en dicho planeta en 1877.  La explicación de ello está en la ilusión óptica causada por la baja resolución telescópica que hace difusas las zonas oscuras, resaltando su alineamiento general más o menos ancho.

 

Canales-de-Marte.jpg 

Los “Canales de Marte”, de Giovanni Schiaparelli, de 1877, supuestamente observados a su vez por Percivall Lowell (1855-1916), que aparentaban llevar agua de los casquetes polares a la región tórrida, resultado de un efecto óptico por la baja resolución telescópica, que concentra las regiones sombreadas en aparentes líneas.

 

Estas fueron las primeras noticias del “Nuevo Mundo” en la riba opuesta de la “Mar Vacui”.  Pero no fue sino hasta 1965 que con la nave Mariner IV, se hicieron las primeras exploraciones directas (con fotografías a poco más de 15,00 km de distancia), revelándose la real existencia de casquetes polares helados, pero no así los míticos “canales”.

 

A partir de entonces se sabe mucho sobre Marte, pero en cuanto a sus características como astro: su radio, su perímetro, su masa, su densidad, su campo magnético, su gravedad y velocidad de escape, su actividad volcánica y de sus cráteres, y sus proceso geológico-gemorfológicos, su atmósfera, etc; pero de su geografía…, sólo los estudiosos del “Nuevo Mundo” y en sus generalidades, a fuerza de la costumbre.  En todo caso, los que no saben nada de la geografía de Marte, son los geógrafos (de los cuales, a partir de este artículo, y sólo a partir de este artículo, nos exceptuamos entre ellos).

 

Qué sabemos acerca de cuál es el Polo Norte y cual el Polo Sur, o cual es el Hemisferio Norte y cuál el Sur; pero, a su vez, la determinación de un Hemisferio Oriental y otro Occidental; su período de revolución, la inclinación de su Eje de Rotación sobre el Plano de la Eclíptica, y por lo tanto, de las latitudes de sus Trópicos y Círculos Polares, como de la duración de sus Estaciones del Año.  Cuáles son los lugares y su situación, es decir, sus estructuras morfológicas principales y sus características.  Y aquí no nos estamos refiriendo a las causas del fenómeno geológico marciano, sino exclusivamente a las propiedades espaciales de las estructuras; la localización y distribución de éstas, los límites y extensión de las mismas, como sus conexiones y relaciones, como, por ejemplo, en el caso de las “líneas recurrentes de pendiente” (RSL).  Cuál isotropía o anisotropía en tales movimientos, cuál la simetría o asimetría, cuál el homomorfismo o anamorfismo.  En suma, cuáles son los estados de espacio reconocibles y cuáles sus posibles transferencias de unos en otros.  Y quizá, más aún en primerísimo lugar, como lo aconsejara G.N. Katterfeld, cómo se formó tal espacio geográfico en Marte, bajo las hipótesis regularidades de la formación del espacio geográfico terrestre, es decir, el estudio de qué hay en ello de semejante o de diferente, como de la complejidad particular de la formación del espacio geográfico marciano en función de sus dos satélites.

 

Para entender el espacio geográfico de Marte, se hace obligado, primero, elaborar su cartografía.  Y un primer mapa que hemos construido, es precisamente el que se muestra al inicio de este artículo, elaborado a partir de una reproducción dibujada (anónima) de una observación telescópica (el que no sea una fotografía sino un dibujo, habla de que la observación debió ser, por lo menos, antes de 1837, 40 años antes de las observaciones de Schiaparelli y Lowell)[*].

 

Marte, Observación Telescópica s XVIII 

Dibujo de una observación telescópica (anónimo)

 

 

[*]    Enciclopedia de la Ciencia y de la Técnica; Editorial Océano-Danae, Tomo 6; Barcelona, 1984 (v. Marte).  (en 1837, Daguerre perfeccionó la fotografía).

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